Gipuzkoa apunta a ser una de las sedes del Campeonato del Mundo femenino que la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) quiere acoger en 2029. La entidad federativa confía en que la Federación Internacional (IHF, en sus siglas en inglés) le adjudique la organización el próximo 16 de abril y confirma que su voluntad es que uno de los pabellones de la candidatura se encuentre en Gipuzkoa, junto a Galicia, Valencia y Andalucía.

La IHF publicó a comienzos de mes que España es la única candidatura que ha mostrado su intención de organizar la cita de 2029 y relevar a Hungría, sede en 2027; mientras que la República Checa y Polonia lo harían en 2031. Las designaciones se votarán en la reunión del Consejo en París que se celebrará el 16 de abril con motivo del sorteo de la fase de grupos masculina de los Juegos Olímpicos. En esa reunión también se confirmarán los organizadores de los dos mundiales masculinos, que se espera que se celebren en Europa.

Experiencia previa: 2021, 2013...

La candidatura española para 2029, que ya sabe lo que es organizar el Mundial femenino de 2021 y el masculino de 2013, así como los mundiales junior masculinos de 1989 y 2019, supondría a acoger la máxima competición de la IHF apenas ocho años después de la anterior ocasión, en plena pandemia.

La Federación Española ya acogió la cita mundialista de 2021, que proclamó ganadora a Noruega, con plata para Francia y bronce para Dinamarca ante España. Entonces, el Mundial se disputó íntegro en tierras mediterráneas, con sedes en Castellón, Torrevieja, Lliria y Granollers, cuyo Palau d’Esports acogió el fin de semana final.

En esta ocasión, la Federación trabaja con distribuir sedes en la Comunitat Valenciana, como en 2021, pero también baraja abrir la competición a otras comunidades autónomas como Galicia y Andalucía. Junto a ellas, Gipuzkoa está muy bien posicionada como posible sede.

El nuevo pabellón, “todo un aliciente”

La RFEBM ha enviado a la IHF una declaración de intenciones que deberá concretarse con el dossier de la candidatura antes de que acabe este mes y ya con la vista puesta a mediados de abril en París, una presentación al uso in situ.

La Federación Internacional decidirá el 16 de abril en París la concesión de los mundiales de 2029 y 2031 tanto femeninos como masculinos, para los que optan las candidaturas conjuntas de Dinamarca, Islandia y Noruega, y Francia y Alemania se han postulado para 2029 y 2031. Las dos candidaturas conjuntas se han presentado a ambos años, lo que hace indicar que habrá un reparto de ediciones y ambas saldrán agraciadas.

Fuentes federativas confirman a NOTICIAS DE GIPUZKOA que “la idea es que haya una sede en Gipuzkoa”, plaza que no esconden cuenta con diversos puntos a favor, desde la cercanía a la muga con Iparralde y el Estado francés —cuya selección es la vigente campeona mundial— hasta el “aliciente” de que esté operativo ya un nuevo pabellón en la zona de Ficoba, en Irun, lo que supondría “gancho suficiente”.

Irun y Donostia, posibles sedes

Entre las posibilidades con las que trabaja la RFEBM para el Mundial femenino se encuentran Galicia, Valencia, Andalucía y Gipuzkoa. En concreto, Irun y el “aliciente” del nuevo pabellón de Ficoba, aunque la RFEBM recuerda que también existe la opción de Illunbe, donde en menos de dos meses se disputará la fase final de la Copa de la Reina.

La ciudad irundarra, cuya imagen está ligada con el balonmano a nivel internacional en gran medida gracias al Bidasoa, ya acogió un partido oficial de la selección española femenina valedero para la clasificación para el Europeo de 2022, con un éxito rotundo al agotarse las 2.000 plazas del histórico pabellón; algo similar a lo vivido tres años antes con un partido europeo del Bera Bera ante el Craiova rumano.

Imagen del partido que España y Portugal disputaron en Artaleku en abril de 2022. RFEBM / J.L. Recio

Ahora bien, el club local, el Bidasoa Irun, afronta cada vez mayores problemas para disputar competiciones europeas y la Liga Asobal en Artaleku, algo que la entidad amarilla defendió en público hace un año. La Federación Europea aprobó en 2019 una serie de medidas de mejora en los pabellones en los que se disputan sus competiciones (Champions y European League), que dejaban a Artaleku y al Bidasoa en una posición difícil. La EHF fijó junio de 2024 como fecha de entrada en vigor de estas medidas, aunque la pandemia ha concedido un tiempo extra para adaptar las instalaciones.

Todos los partidos políticos tanto a nivel local como territorial se han mostrado salvo Podemos partidarios de una solución que responda a estas exigencias internacionales. Además de los planes a nivel local, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha comprometido una partida inicial plurianual de 14 millones de euros en el proyecto de Cuentas para 2024. Unos presupuestos forales que no salieron adelante por el rechazo de EH Bildu, el PP y Elkarrekin Gipuzkoa al proyecto del Gobierno foral del PNV y PSE. Esta circunstancia, que afecta a proyectos de toda índole, puede provocar varios meses de retraso en los planes iniciales.

Europeo de 2028

Esta pausa puede incidir en que la nueva instalación no llegara a tiempo para el Europeo masculino de enero de 2028, que se acaba de celebrar en Alemania y en 2026 se disputará conjuntamente en Dinamarca, Suecia y Noruega. Además, incorporar a Suiza a la candidatura inicial de España y Portugal resta el número de sedes con las que contará la RFEBM, que se reserva una fase de grupos y el fin de semana final en Madrid, y podría llevar otra fase de grupos y una Main Round a ciudades como Valencia y Málaga. Desde la Federación reconocen que la asignación de las sedes del Europeo masculino no está cerrada al 100%, si bien ven “complicado” que haya margen para algún cambio.

El hecho de que entre enero de 2028 y diciembre de 2029, cuando se disputaría el Mundial, transcurran unos 22 meses —en la práctica, casi dos años—, se convierte en otro factor más que juega a favor de Gipuzkoa a la hora de acoger la máxima competición mundial de balonmano femenino a nivel de selecciones.