Los primeros presupuestos de la Diputación Foral de Gipuzkoa de la legislatura 2023-2027 se ven abocados a su prórroga tras el rechazo a las cuentas expresado por los partidos de la oposición. La semana pasada fueron Elkarrekin-Podemos y PP los que expresaron su negativa, a la que se ha sumado este lunes EH Bildu, tras mantener una negociación infructuosa con el gobierno foral. El PNV y el PSE suman 24 escaños de los 51 que se sientan en la Cámara, por lo que necesitaban el apoyo de al menos un grupo de la oposición para evitar la prórroga, algo que finalmente no ha sido posible.

En nombre del gobierno de coalición formado por EAJ-PNV y PSE-EE, la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha criticado esta tarde que EH Bildu haya antepuesto finalmente “sus intereses electorales de partido” a un acuerdo que se encontraba “muy cerca” en torno a las partidas presupuestarias y que hubiera beneficiado “enormemente” a la ciudadanía guipuzcoana.

Según Mendoza, el “no” y las “rayas rojas ideológicas de última hora” planteadas por EH Bildu al recibir una nueva propuesta de acuerdo por parte del ejecutivo foral muestran “sin lugar a dudas” que, “lamentablemente”, en el caso de esta formación también han prevalecido “consignas partidistas ajenas a Gipuzkoa”, que tienen que ver con “la cercanía de las elecciones” y no con la posibilidad de lograr “avances sociales y económicos reales” para la ciudadanía.

La coalición soberanista ha confirmado que no brindará su apoyo. "La transición hacia un modelo comunitario de cuidados es para nosotras un reto nuclear de este territorio. Tenemos muy claro que tenemos un derecho que tienen todas las personas, y que se debe garantizar", ha asegurado Maddalen Iriarte en una comparecencia en la capital guipuzcoana, en la que ha denunciado que "el sistema de cuidados de Gipuzkoa no es público y debemos tomar medidas para transitar a ese modelo dentro de los límites que establece un presupuesto".

La decisión de EH Bildu de cerrar la puerta a un acuerdo en torno a los presupuestos forales se suma así a la negativa expresada la semana pasada por Elkarrekin Podemos y PP. Ante esta situación, el ejecutivo foral ha informado de que ha tomado la decisión de retirar el proyecto presupuestario de las Juntas Generales. Este lunes por la tarde ha convocado un consejo de gobierno extraordinario a tal efecto.

Cuentas "con un claro carácter social"

Como consecuencia, se prorrogarán las cuentas de 2023, las más elevadas hasta el momento, que fueron elaboradas en su día “con un claro carácter social con el objeto de proteger a las personas más vulnerables frente a la situación actual" de inflación y de aumento de las necesidades en el campo de las políticas sociales, según ha expresado Mendoza.

El proyecto fue presentado con una dotación propia de 1.160 millones, un 2,7% más que en ejercicio anterior; destacando el impulso al nuevo modelo residencial, a la sostenibilidad, al tejido económico y a los nuevos centros de referencia. Con el foco puesto en el bienestar y la cohesión social de Gipuzkoa, el nuevo presupuesto tenía previsto destinar un total de 515 millones de euros al departamento de Cuidados y Política Social, una cifra “nunca antes alcanzada” en los presupuestos forales de Gipuzkoa.

La diputada general lamentó el viernes pasado la decisión de Elkarrekin-Podemos y PP de “cerrar el paso a un acuerdo”. Ante la posición negativa expresada por ambas formaciones, el gobierno foral había mostrado su "compromiso y disposición total" a avanzar en la negociación abierta con EH Bildu, un acuerdo que finalmente no ha sido posible.

"No hemos visto ningún cambio. Lo que hemos visto por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa es que va a hacer lo de siempre, va a mantener su modelo", ha remarcado Iriarte, quien ha lamentado que el acuerdo con el PNV y el PSE "esta vez no ha sido posible, pero tenemos toda una legislatura por delante. Actuaremos como hasta ahora, con responsabilidad, pero el Gobierno Foral también tiene que darse cuenta que si quiere llegar a acuerdos con EH Bildu, va a poner encima de la mesa acuerdos políticos estructurales, como hemos dicho desde el inicio de este proceso. Es el mandato que nos dio la ciudadanía de Gipuzkoa y no hacemos más que cumplirlo", ha señalado Iriarte.

"Decepción"

Mendoza ha expresado su “decepción” al constatar que, a pesar de que las conversaciones estaban avanzando “en contenidos y en partidas concretas” tal y como constata la ausencia de enmiendas a la totalidad, “finalmente” ha imperado “el ‘no’ y el vértigo al acuerdo” de EH Bildu, que fue comunicado al gobierno foral “quince minutos” antes de su comparecencia de prensa.

En ella, Iriarte ha avisado al Ejecutivo foral que "tiene que cambiar su modelo de gobernanza”, algo que a su entender se hace aún más patente al ser un gobierno en minoría. “La gestión de los cuidados debe ser sin ánimo de lucro. Habíamos puesto una fecha que creíamos factible: el año 2030. En este contexto de negociación se podía acordar un compromiso real en este sentido, pero no se nos ha aceptado”, lamentó.

La endiablada situación política estatal y de la CAV, donde en pocos meses se celebrarán unas nuevas elecciones autonómicas, no parece haber favorecido las negociaciones. El contexto preelectoral tiene su peso, según se desprende de las propias palabras de la diputada general. "Al principio de la negociación, ambas partes expresamos la ausencia de líneas rojas y la disposición total a llegar a acuerdos. Sin embargo, en la recta final, EH Bildu ha cambiado sus condiciones y, donde antes no había ninguna, en la recta final han puesto líneas rojas. Estábamos cerca de llegar a un acuerdo y han dado marcha atrás al sentir vértigo. Quiero dejarlo claro: los contenidos y los tiempos lo permitían. Pero no han querido", añadió.

En su opinión, "la ideología y los intereses electorales" se han impuesto, en lugar de “dar prioridad mediante el diálogo y el entendimiento al avance de los cuidados, al apoyo a nuestra industria y a la promoción de la movilidad sostenible".