Un vecino de Segovia ha puesto a subasta una piedra que asegura que ha recogido al pie del Acueducto y que dice que es del monumento, aunque tras la denuncia de la Concejalía de Patrimonio ha devuelto el material, que pretendía subastar en sus redes sociales.

El vecino ha recogido una piedra de unos de los últimos arcos del Acueducto, justo los que terminan junto a la plaza de Avendaño, donde el monumento entra en una propiedad privada y el muro contiene varios materiales de argamasa, además de piedras de granito de menor tamaño que las de la zona central.

Subasta

Al parecer el vecino vio el material suelto, pero no dio conocimiento de ello a las autoridades de Patrimonio del Ayuntamiento o de la Junta, sino que tomó la piedra, que supera los 17 kilos y la trasladó a su casa, donde puso el sillar a subasta en Internet.

Según anunciaba, si en 3 meses no se había reclamado por las autoridades, ejecutaría la subasta y donaría el importe a alguna organización.

Según fuentes municipales, tras aparecer el anuncio en las redes sociales del vecino y darse la alarma por la apropiación de bienes del patrimonio histórico y cultural, la persona ha acudido a las autoridades para hacer efectiva la devolución de la piedra.

Desde ese momento, en sus redes aparece el mensaje de que la subasta se ha suspendido porque "el Ayuntamiento ha solicitado la piedra, que es lo que se pretendía".

No obstante, a pesar de la devolución del material histórico, el caso ya está en manos judiciales, a través de la denuncia puesta por el Área de Patrimonio del Ayuntamiento, que ha comunicado el hecho a la Junta de Castilla y León, donde los técnicos juristas de Patrimonio están también estudiando la presunta irregularidad de este vecino.

Según afirman las fuentes municipales, independientemente de la devolución de la piedra, el Ayuntamiento va a actuar con contundencia, dado el comportamiento inapropiado de esta persona al retirar la piedra --que el vecino alude que ya estaba caída, fuera del monumento-- y llevársela a su domicilio.

El consistorio estima que la actitud más lógica hubiera sido la de acudir a cualquiera de las autoridades que gestionan el Patrimonio y denunciar el mal estado, si así lo había, de esa parte del muro del monumento.