A lo largo de este mes, a más tardar durante la primera semana de marzo se abrirá el nuevo centro de atención a víctimas de violencia sexual de Arrasate. Este servicio, que se suma al que ya existe en Donostia, funcionará “bajo demanda”, a diferencia del que se presta en el recurso central ubicado en el barrio de Gros, que está operativo durante las 24 horas los 365 días del año. 

El nuevo centro se abrirá “en las próximas semanas”, según confirman desde el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales de la Diputación. Entretanto, continúa la búsqueda de un tercer local en Goierri, que todavía no tiene fecha de apertura aunque el departamento trabaja para que se haga realidad durante la primavera, con el que se completará la red de centros de atención integral a víctimas de violencia sexual.

El 28% de las personas usuarias del centro de atención de víctimas de violencia sexual tiene menos de 30 años, y dos de cada diez entre 41 y 50

La financiación de estos tres servicios, que asciende a más de 1,1 millones de euros, proviene del Ministerio de Igualdad a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

Ha transcurrido ya medio año desde el estreno en Donostia del servicio Hariberria, diseñado para ofrecer una atención inmediata, integral y especializada a mujeres que hayan sufrido, o sospechen haber sufrido, algún tipo de violencia sexual, tanto reciente como pasada.

79 personas atendidas

Durante este tiempo han sido atendidas 79 personas, de las que 61 son víctimas y 18 familiares o del entorno cercano. El 28% de las personas atendidas tiene menos de 30 años, y dos de cada diez entre 41 y 50. “El ritmo de trabajo es intenso, lo que revela que existía una necesidad”, reconoce Iker Usón, jefe de servicio de Inclusión social y Atención a la Violencia Machista contra las Mujeres. 

Desgraciadamente, según observa el responsable, se confirma así que “allí donde abres un recurso relacionado con la violencia aflora esta realidad. Estamos mejorando mucho como sociedad, pero la demanda sigue siendo creciente”, advierte. 

Y en ese deseo de ir mejorando la respuesta, uno de los retos que se ha marcado la Mesa de Coordinación para la Atención de la Violencia Machista en Gipuzkoa es “trabajar de la mano con el sistema judicial”. Así lo reconoce Belen Larrion, directora general de Protección a la Infancia y de Inclusión Social. “Nuestro reto es llegar más y mejor a los jóvenes. La obsesión es llegar cuanto antes para evitar situaciones a la larga dañadas”, advierte.