Berritxu se ha convertido en el loro más famoso de las redes sociales, conquistando a medio mundo con su desparpajo y sus ocurrencias. Su dueña, la donostiarra Josune Nosellas, no puede estar más orgullosa de él. Y no es para menos. Con medio millón de seguidores en TikTok y miles más en Instagram, Facebook y YouTube, este loro, un yaco gris de cola roja de 12 años de edad, no solo canta La cucaracha con entusiasmo, sino que también mantiene conversaciones sorprendentes y tiene respuestas para todo. Porque no es solo que hable: es que se expresa, protesta, canta, se enfada y se divierte como el más travieso de los niños.

“Berritxu no repite; Berritxu se expresa. Si estoy en la sala, le digo: “Berritxu, ¿dónde estás? Ven para aquí”, y me contesta desde donde está: “Noooo, aquí se está muy bien”

Josune Nosellas - Dueña de Berritxu

Josune le ha criado desde que tenía cuatro meses y su casa, un piso ubicado en el barrio de Loiola, es su reino: vuela por casa a su antojo, tiene una habitación propia, como la que quería Virginia Wolf, observa el mundo desde la terraza y solo evita la cocina porque sabe que ahí no le dejan entrar, aunque le encanta intentarlo. Le asustan las palomas y cada vez que aterriza una en el balcón, se repite a sí mismo, “no te asustes Berritxu, no te pongas nervioso”.

Josune y Berritxu son inseparables. Iker Azurmendi

Con Josune comparte una rutina llena de anécdotas, bromas y travesuras. Y aunque ella ha renunciado a irse de vacaciones por no dejarle solo, asegura que la compañía de Berritxu lo compensa con creces.

“Los loros son animales muy sensibles, muchos no llegan ni a cumplir los 5 años porque se mueren o se escapan. Es horrible tenerlos encerrados en una jaula”

Josune Nosellas - Dueña de Berritxu

¿Qué es lo que más le gusta a Berritxu?

Le encanta ponerme de los nervios. Es como un niño. Si hay algo que no le consiento es que grite por la noche. Pues, nada, cuando quiere provocarme se pone a graznar a las tantas de la madrugada. Él sabe que me molesta y no para hasta que me enfado, aunque nunca llega la sangre al rio, claro (risas). Es como un niño pequeño. De hecho, cuando más me preocupo es cuando está callado; pienso, ¿qué estará tramando?

Berritxu tiene una habitación propia donde guarda todos sus juguetes. Iker Azurmendi

¿Cómo es posible que sepa decir tantas cosas?

El secreto es la convivencia, estar con él. Casi no salgo de casa, no voy de vacaciones, siempre estamos juntos, y no paro de hablarle desde que se despierta hasta que llega la hora de dormir.

"Si hay algo que no le consiento es que grite por la noche. Pues, nada, cuando quiere provocarme se pone a graznar a las tantas de la madrugada"

Dice que no va ni de vacaciones por no dejarle solo.

Es que los loros son animales muy sensibles, muchos no llegan ni a cumplir los 5 años porque se mueren o se escapan. Yo no le dejo a Berritxu al cargo de nadie. Además, es horrible tenerlos encerrados en una jaula. Berritxu tiene toda la casa abierta, incluso las ventanas. Me voy a los recados y le dejo todo de par en par, porque sé que no se va a ir. Y puede volar, ¿eh? Vaya, que si puede, está mazado, el tío. Se conoce cada recoveco de la casa y le encanta coger carrerilla desde la sala y atravesar a toda velocidad el pasillo. Solo tiene prohibido entrar en la cocina, porque me da miedo que le pase algo, pero la puerta es corredera y aprovecha el más mínimo resquicio para colarse y posarse en mi espalda. ¡Me da unos sustos!

¿Cómo es un día en la vida de Josune y Berritxu?

A las noches, estamos juntos en el salón, viendo la tele. Solemos acostarnos muy tarde, porque vivo en un último piso y mi casa es muy fría. No me voy a la cama hasta entrada la madrugada, para no apagar la calefacción y evitar que se enfríe la casa. Cuando llega la hora de acostarse, le pongo un par de mantas sobre la jaula para que esté calentito, y no se despierta hasta que lo destapo al medio día, sobre las 12.00 horas. Después, anda suelto por la casa jugando, mientras yo hago las tareas. En verano, le pongo un palo para que esté en la terraza, aunque si se asusta, entra rápidamente en casa.

“Cuando me voy de casa le dejo todo abierto de par en par, porque sé que no se va a ir. Y puede volar, eh? Vaya, que si puede, está mazado, el tío”

Josune Nosellas - Dueña de Berritxu

Lo que más le gusta a este yaco es estar en la terraza, observando lo que ocurre en el barrio. Iker Azurmendi

¿Qué es lo primero que hacéis?

Me acerco a la jaula y le voy hablando: “Soy yo, Josune. ¿Qué tal estás, Berritxu?”. Luego, en cuanto abre el ojo se echa una gran “cagada”, y ahí empieza nuestra rutina. Le digo: “¡Ya te has cagado! ¡Asqueroso! ¡A limpiar!”. Le encanta que le diga esto, luego él lo repite a lo largo del día.

Viendo los vídeos llama la atención el hecho de que “habla” con conocimiento de causa: si se acerca un gorrión o una paloma, dice “pájaro”; si sopla viento, “uy, qué viento hace, vamos para casa”; si oye un ruido, “uy, qué susto”…

Es una gozada, es muy alegre. Es que Berritxu no repite, Berritxu se expresa. Mira, si estoy en la sala, le digo: “Berritxu, ¿dónde estás? Ven para aquí”, y me contesta desde donde está: “Noooo, aquí se está muy bien”. Y cuando escucha que se cierra la puerta de la vecina, dice: “Adiós, señora, adiós”.

"Le encanta 'La cucaracha', el himno de la Real… Lo de trabarse es un juego para él, lo hace adrede, porque cuando quiere es muy hábil; no veas cómo dice 'Supercalifragilisticoespialidoso', todo de corrido"

También le gusta cantar y a veces se traba. Es cuando le dices, “Berritxu, canta bien”.

Le encanta La cucaracha, el himno de la Real… Lo de trabarse es un juego para él, lo hace adrede, porque cuando quiere es muy hábil; no veas cómo dice “Supercalifragilisticoexpialidoso”, todo de corrido. También se sabe los nombres y apellidos de todos los miembros de la familia. De hecho, le encantan las visitas, cuando vienen mis hermanas se pone tan contento que no calla y no nos deja en paz, no podemos ni hablar. Siempre tiene que ser el centro de atención. Ahora, delante de los extraños no suelta ni palabra.

Berritxu causa sensación y serán muchos los que le comentan que les gustaría tener uno en casa…

A los que les gustaría tener un loro, les digo claramente que no lo hagan, porque este es un animal muy sensible y es muy complicado de tener en casa. Berritxu anda a su aire, tiene hasta una habitación propia, con sus juguetes. Esto implica que picotea y mancha todo lo que pilla, y aunque a mí no me importa, mucha gente no lo llevaría nada bien.

A Berritxu lo hemos conocido gracias a las redes sociales.

Hasta hace unos años ni siquiera tenía móvil y ahora me manejo bastante bien con las redes. Tengo perfiles en Instagram, Facebook, You Tube y Tik Tok, y es en este último donde tengo más visualizaciones con diferencia. No me imaginaba todo lo que me ha dado Berritxu. Lo de los vídeos lo hago porque es un entretenimiento para los dos, pero en el momento que nos cansemos, dejaremos de hacerlo.