Se trataba, sin más, de una de tantas reuniones técnicas que mantienen los Gobiernos vasco y español para seguir allanando el camino hacia la materialización total del Estatuto de Gernika en 2025, de acuerdo con el compromiso del Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez.

Sin embargo, la pertinaz sequía en la política vasca en las fechas navideñas unida a la innegable trascendencia del traspaso que se abordaba -la gestión de los permisos de trabajo para migrantes- acabaron otorgando relieve informativo a una cita que para sus protagonistas apenas era de trámite.

Aun así, del encuentro telemático de apenas hora y media entre los expertos en las materias de empleo, migraciones y gobernanza de ambas administraciones sí salió un titular: el traspaso está cada vez más cerca. La sintonía es buena y, más importante que eso, está fuera de toda duda la voluntad política del Gobierno español para ceder la delicada competencia.

Voluntad Política

Eso se manifestó bien claramente en las comparecencias de la consejera de Gobernanza, María Ubarretxena, y el ministro español de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, tras la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias del pasado 16 de diciembre, en la quedó sellado que la CAV se hacía cargo de la gestión del litoral y de las actividades cinematográficas.

Con relativa sorpresa, una de las noticias que salió del encuentro bilateral fue que el traspaso de la gestión de los permisos de trabajo a extranjeros “adelantaba” a otras materias que habitualmente aparecían en los primeros puestos del calendario inmediato de transferencias, como meteorología o salvamento marítimo.

No cabe duda de que en el acelerón ha pesado lo sensible de la materia y la urgencia en su puesta en práctica ante la imperiosa necesidad del mercado laboral vasco de contar con perfiles profesionales como los que acreditan las personas migrantes. Muchas de estas personas, ahora en situación de irregularidad administrativa por la confusa realidad legal, ya han adquirido a través de Lanbide una formación que les capacita para ponerse a trabajar en el mismo instante en que reciban el permiso al que ahora no tienen acceso por cuestiones burocráticas.

“La previsión es que podamos empezar a tramitar los primeros permisos de trabajo desde Euskadi en 2025”, anunció la consejera Ubarretxena en la comparecencia posterior a la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias.

Mayor Agilidad

La inminente materialización implicará, según afirmó ayer el viceconsejero de Empleo, Alfonso Gurpegui, en Radio Euskadi, “una mayor agilización de todos los procesos de regularización de las personas extranjeras” que aspiran a entrar en el mercado laboral vasco.

De igual modo, Gurpegui también sostiene que con la gestión “más cercana” de los permisos de trabajo se conseguirán avances en la formación a través de Lanbide o en el tratamiento de su experiencia laboral.

En los términos en los que se están desarrollando las negociaciones, todo hace indicar que Euskadi no solo se haría cargo de la mera tramitación de los permisos de trabajo. También debería ocuparse de la inspección sobre los contratos y, en su caso, de las sanciones por incumplimiento de la normativa.

“Invierno demográfico”

Medida ampliamente demandada

  • Facilitar la contratación. La patronal vasca Confebask lleva años reclamando medidas para que se facilite la contratación de personas extranjeras, tanto en sus países de origen como entre las y los miles de migrantes sin regularizar que residen en Euskadi. En numerosas intervenciones, dirigentes de las organizaciones empresariales han señalado que el “invierno demográfico” que vive Euskadi hace necesaria una política que facilite la contratación de personas extranjeras. Un paso más allá, el think tank Zedarriak, vinculado a la industria del país, reclamó en su último informe que Euskadi asumiera las competencias en materia de concesión de permisos de trabajo a migrantes.


Las cifras sobre el número de personas que podrían verse beneficiadas por este traspaso varían según las diferentes estimaciones. La más conservadora señala que se tramitarían unos 5.000 permisos cada año, aunque otros cálculos hablan de no menos de 7.000.

En este sentido, el lehendakari, Imanol Pradales, recordó en una reciente entrevista en Onda Vasca que 5.000 migrantes ya están formándose en Lanbide a la espera de regularizar su situación.