El joven que atropelló mortalmente en Donostia a un varón tras una discusión de tráfico ha ingresado este martes por la tarde en la prisión de Martutene, según ha podido saber NOTICIAS DE GIPUZKOA de fuentes del caso. La medida de ingreso en prisión para este hombre de 28 años ha sido adoptada tras asumir el caso los dos fiscales de la Delegación de Seguridad Vial de la Fiscalía de Gipuzkoa, después de que la víctima, de 35 años, falleciera en el Hospital Donostia cuatro días después de ser arrollada.
Los hechos ocurrieron el pasado 22 de junio a las 19.35 horas en la GI-41, entre la Rotonda de Martutene y el túnel de Zorroaga. Según confirmaron fuentes de la Guardia Municipal, los conductores de ambos vehículos habían mantenido una discusión de tráfico previa y detuvieron la marcha a unos 100 metros del túnel, donde el arrestado llegó a golpear con su vehículo al otro turismo. La víctima fue arrollada cuando bajó de su vehículo para evitar la fuga del agresor. El brutal impacto le desplazó varios metros. El varón atropellado fue trasladado al hospital en estado grave, donde no se pudo recuperar de sus lesiones.
Tras emprender la huida, el conductor se desplazó a la base de la empresa ubicada en el barrio donostiarra de Amara, donde se vistió la ropa de trabajo dispuesto a iniciar su turno a partir de las 20.00 horas. La investigación llevada a cabo por la Guardia Municipal permitió localizar el vehículo del sospechoso aparcado en la zona de la plaza Irun, cerca del Centro Comercial Arcco Amara, donde poco después pudo ser arrestado. Tras prestar declaración, el agresor había quedado en libertad con cargos.
Fuentes del Ministerio Público explicaron que en un primer momento, en el que la víctima se encontraba herida y no se descartaba que en un futuro pudiera declarar como testigo, la fiscal de guardia no solicitó el ingreso en prisión provisional del investigado ya que, en su opinión, no existía "riesgo de fuga", como también entendió el juez de guardia.
En aquel momento, la posible pena a la que podría enfrentarse el investigado como presunto responsable de un delito por abandono del lugar de un accidente con un herido podría oscilar entre los seis meses y los cuatro años de prisión, lo que, unido al arraigo familiar y profesional del investigado en el territorio, propició su puesta en libertad provisional con la retirada del pasaporte, la prohibición de abandonar el país y la obligación de comparecer periódicamente ante la autoridad judicial como medidas cautelares.
Tras el fallecimiento de la víctima, los fiscales especializados en Seguridad Vial asumieron el caso por parte del Ministerio Público para estudiarlo en profundidad y decidir si eventualmente se solicitaban nuevas medidas al respecto, como así ha ocurrido con el ingreso en prisión del joven.