Casi 25.000 guipuzcoanos por debajo de los 44 años necesitan acceder a su primera vivienda

Ampliando un poco más el foco, en Euskadi casi el 15% de la población en esa franja de edad expresa abiertamente su necesidad de acceder a una vivienda. Se trata de un total de 94.975 vascos, de los cuales 70.012 disponen de ingresos o rentas propias, mientras que 24.962 necesitan emanciparse, pero no cuentan, por el momento, con medios económicos para ello.

Para cubrir la necesidad de este colectivo por debajo de los 44 años en el País Vasco se estima que serían necesarios 86.764 pisos, incluyendo en ese cálculo las 23.386 viviendas demandadas por quienes actualmente carecen de ingresos. Son algunas de las conclusiones más destacadas de la Encuesta sobre necesidades y demanda de vivienda en Euskadi, un trabajo que ha realizado el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, y que acaba de ser publicado.

Satisfacer la demanda de este colectivo en Gipuzkoa supone disponer de un parque de 21.818 viviendas, 1.531 pisos más que hace dos años

A la hora de trazar un perfil del colectivo demandante, el retrato es el siguiente: de 25 a 34 años (53,5%), hombre (57,7%) y con estudios universitarios (45,3%) o profesionales (31,2%). El 89% son personas ocupadas asalariadas, con predominio del trabajo fijo (51,8%) sobre el temporal (37,1%).

El reparto de este sector poblacional de 18 a 44 años en la CAV es el siguiente: un total 367.115 personas ya están emancipadas (57%); el 28,2% no lo está, pero tampoco indica necesidad, y se completa el esquema con esas casi 95.000 personas que buscan el modo de independizarse, por el momento sin éxito. Estas últimas representan el 14,8% de la población de 18 a 44 años, porcentaje que se eleva al 34,3% si se tiene en cuenta el total de quienes residen en viviendas de sus progenitores, tutores u otros familiares: 276.730 personas en Euskadi.

Las urgencias del colectivo

Las urgencias de este colectivo por materializar sus aspiraciones se han podido visualizar estos días atrás, cuando en apenas 48 horas cerca de 2.000 jóvenes vascos de entre 25 y 29 años solicitaron las ayudas del programa Emantzipa, que busca favorecer la emancipación juvenil con una aportación directa de 300 euros mensuales durante dos años como máximo.

Entre los requisitos para poder acceder a esta subvención están que la renta anual se sitúe entre los 3.000 y 28.000 euros, aunque podrá llegar a los 34.000 euros en los supuestos que se haga una declaración conjunta con su cónyuge o pareja de hecho.

Los solicitantes deben acreditar que se han emancipado mediante la aportación del contrato de arrendamiento o compraventa de una vivienda libre, que deberá ser su domicilio habitual y permanente. Podrán compartir el mismo piso hasta tres beneficiarios. Una urgente necesidad que el informe del Gobierno Vasco cifra y analiza desde otros puntos de vista.

Así, si se tiene en cuenta al conjunto de la población vasca, más allá de la franja de edad, se contabilizan un total de 114.396 personas con necesidad de acceso a un piso. En concreto, hay 5.853 demandantes de más de 44 años que residen en viviendas de progenitores u otros familiares. Un colectivo al que se suman otras 13.568 personas ya emancipadas que requieren poder acceder a 10.870 viviendas para residir de forma independiente o con el grupo familiar que conforma. Entre esos casi 115.000 solicitantes, 86.188 disponen de ingresos o rentas propias. Un total de 28.208 carecen de ellas. Para satisfacer la demanda en su conjunto, haría falta un parque total de 103.331 pisos.

Araba, único territorio donde cae la necesidad

El informe señala que Araba es el único territorio vasco donde cae la necesidad de vivienda entre la población de 18 a 44 años sin emancipar que dispone de ingresos. Integran este colectivo 8.259 personas, que requerirían de un total de 7.200 viviendas, 2.037 menos que hace dos años. A pesar de una caída del 22,1%, la cifra de 2023 supera la necesidad identificada en 2019 (6.302 viviendas).

Por el contrario, el documento revela tanto Gipuzkoa como Bizkaia registran una creciente demanda. En el primer caso, el aumento es del 7,5%, por el cual harían falta en Gipuzkoa 21.818 viviendas para un total de 24.109 personas de entre 18 y 44 años. La demanda en Bizkaia se dispara al 20,1%, ya que se registran 37.643 solicitantes, sin emancipar y con recursos propios, que requerirían de 34.360 viviendas, 5.747 más que en 2021.

Casi ocho de cada diez optarían indistintamente por una vivienda nueva o usada. Sólo el 8,5% de las personas preferirían un piso nuevo. En relación con el tamaño, el 70% necesitan viviendas que no superen los 75m². Respecto al régimen de tenencia, las preferencias entre propiedad (41,8%) o alquiler (42,0%) son similares.

La encuesta también identifica que un 8,4% de los hogares vascos tienen necesidad de cambiar de vivienda (77.369 familias). Se trata de un porcentaje que ha decrecido un 6% desde 2021, con 4.957 hogares menos. Entre quienes señalan la voluntad de cambio, el 62,4% indica que se trata de una necesidad “objetiva”, bien por el tamaño “inadecuado” del piso o el mal estado de la vivienda. También destaca la preferencia por un piso en propiedad, o querer un alquiler más barato, ambas necesidades asociadas principalmente a hogares de alquiler.

Las viviendas bajo este régimen son las que más demandan actuaciones. La necesidad de cambio entre las viviendas de este régimen de tenencia es más que llamativa: casi 22 puntos porcentuales mayor de la necesidad media de cambio en Euskadi (8,4%).

El informe detalla además que 75.620 hogares necesitan una reforma, 12.237 menos que en 2021 (-13,9%). La cifra registrada en 2023 supone un 8,2% del total de las casas de Euskadi. En lo que respecta a la tipología de obra, el 49,4% se corresponde con necesidades de mejora en el interior de las viviendas. En segundo lugar figuran las casas que necesitan realizar la rehabilitación en las partes comunes del edificio donde se ubican (24,8%). La otra cuarta parte (25,8%) declaran necesitar rehabilitación tanto dentro de la vivienda como en las áreas comunes del edificio.