Alumnos y profesores del Instituto Usandizaga han rendido esta mañana un sentido homenaje a Lukas Agirre, el joven de 24 años que fue apuñalado mortalmente el día de Navidad, hace hoy un mes, quien dejó “una huella imborrable” a su paso por el centro donostiarra, donde cursó unos estudios que le habían labrado un porvenir profesional.

Minutos antes de las 10.30 horas, estudiantes de Bachiller y de Ciclo Formativo han ido ocupando la escalinata de entrada del instituto portando carteles con letras que formaban los lemas Indarkeriarik ez y Lukas gogoan. A continuación han guardado cinco minutos de silencio durante un acto al que ha asistido Zuriñe Izko, la madre del joven hernaniarra, que visiblemente emocionada, se ha colocado en el centro de la concentración junto a sus hijos. Frente a ella podía verse el autorretrato que hizo Lukas cuando cursaba Bachiller Artístico, que la dirección del centro educativo ha hecho entrega a la familia junto a otros trabajos de su etapa estudiantil.

Al profesorado todavía le cuesta asumir lo ocurrido. “Cuando nos enteramos de la noticia, ningún profesor daba crédito. Lukas era un buen estudiante, un chico callado. Era imposible relacionarlo con un caso así”, ha relatado a este periódico Pedro Gaztañaga, profesor de Cultura Audiovisual.

El crimen ocurrió sobre las 6.20 horas del domingo, 25 de diciembre, en la plaza Okendo, entre el Teatro Victoria Eugenia y el hotel María Cristina, donde la víctima recibió varias cuchilladas, tras lo que murió en el lugar. Un joven de 24 años ingresó en la prisión de Martutene el pasado 28 de diciembre por su presunta vinculación con el apuñalamiento que costó la vida de Lukas, mientras que la magistrada que instruye el caso dejó en libertad provisional a otros dos arrestados, un hombre y una mujer, de 26 años.

El joven, que hasta su fallecimiento trabajaba en un estudio gráfico, se había formado académicamente en Bachillerato Artístico, donde los grupos de alumnos son reducidos, lo que permite un contacto cercano y estrecho. “Lo primero que me viene a la cabeza es lo buena persona que era. Nunca conflictivo, y muy trabajador”, ha señalado Gaztañaga.

Una salva de aplausos ha puesto fin al acto de homenaje, momento en el que Zuriñe ha comenzado a llorar mientras era consolada por sus hijos y profesores del centro educativo. La mujer se ha girado por unos momentos para mirar a los alumnos en señal de gratitud, tras lo cual responsables del instituto han acompañado a la familia a un lateral del centro para hacer entrega fuera del foco de los medios de comunicación de los trabajos realizados por Lukas Agirre en su etapa formativa.