En los próximos días, probablemente antes de que termine octubre, se instalará el sexto arco a la altura de Lasarte-Oria, en la N-I; y a finales de noviembre se colocará el último de todos, cerca de la muga con Navarra en la A-15, junto al túnel de Belabieta. También se avanza a buen ritmo con las banderolas o semiarcos que controlarán el acceso de los camiones por las más de 100 entradas que tienen ambas en los 32 puntos de conexión de estas vías a lo largo del territorio. Quedan 43 por instalar, según fuentes del Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación.

El peaje a camiones avanza firme hacia su regreso, previsto para comienzos de 2023, tal y como había previsto Bidegi y la propia Diputación. Este viernes se cumple un año desde que se suspendió “de forma temporal” el cobro, después de los reveses judiciales que anularon el pago de peaje en estas vías. 

El canon a vehículos pesados había entrado en funcionamiento en enero de 2018 y se suspendió finalmente el 21 de octubre de 2021, hace exactamente 365 días. Tiempo que la Diputación de Gipuzkoa ha empleado en perfeccionar la norma, ajustarse a los dictados de los jueces e invertir más de 25 millones de euros en la implantación del sistema. 

Difícilmente los argumentos esgrimidos por la Justicia (la supuesta discriminación hacia el tráfico externo) pueden ser esgrimidos ahora. Los camiones de más de 3,5 toneladas pagarán por circular por cada centímetro de estas vías, independientemente del origen o destino de cada vehículo. 

La resignación es evidente en el sector del transporte. La justicia les dio la razón y anuló las anteriores dos normas forales que soportaban esta medida, pero todo parece indicar que nada echará para atrás el nuevo peaje: renovado, ampliado y diseñado para superar los puntos débiles que detectaron los jueces. 

La tercera norma y “definitiva” foral que regula este canon se aprobó en diciembre de 2021 con el apoyo de PNV y PSE y el rechazo del resto de formaciones, que no discuten el modelo de cobro por uso en su esencia. La diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, ya adelantó que “no tendrá fisuras”.

Gipuzkoa, además, ya no está sola en su camino. El próximo 1 de enero también Bizkaia comenzará a cobrar peajes a camiones en dos carreteras y Navarra lo hará antes del 31 de diciembre del próximo 2023, con la intención de ir a más.

Quien usa, paga

Peajes sin barrera, ni interrupciones del tráfico. Free flow, en el que las cámaras y sensores detectan el tipo de vehículo y saben quién (lectura de matrícula) y por dónde pasa. Los cánones por circular por estas vías de alta capacidad serán la herramienta para sufragar el mantenimiento de las carreteras. Quien usa, paga. Algo que promueven las directivas europeas. Según datos de la Diputación, el mantenimiento de las carreteras de Gipuzkoa supera los 90 millones de euros anuales.

Solo quedan por instalar dos de los siete arcos y 43 de las más de 100 banderolas que controlarán los 76 kilómetros de pago en la N-I y la A-15

Pero el debate ahora va más allá. Incluso se está planteando que se destine también a cubrir el déficit de explotación del transporte público. Un debate abierto en las Juntas Generales de Gipuzkoa, pese a las reservas de la Diputación debido a la posible falta de garantía jurídica.

Si entre enero de 2018 y octubre de 2021 el peaje se limitaba solo a 19,18 kilómetros de estas dos vías, ahora se amplía a la totalidad, 76,35 kilómetros, con lo que la recaudación también subirá. Se calcula que circularán por estas vías unos 12.000 camiones diarios que dejarán al año en peajes unos 21 millones de euros. 

El coste del peaje será de 0,22 euros por kilómetro para los camiones de entre 3,5 y 12 toneladas, y 0,28 para los más pesados. Es decir, atravesar Gipuzkoa le supondrá el pago de más de diez euros a un vehículo de transporte internacional. Otros territorios como Bizkaia ya han establecido mecanismos de descuento de hasta el 13% para los vehículos que superen los 20 pases, una rebaja máxima contemplada por la Comisión Europea. Gipuzkoa aún no ha concretado ninguna de estas medidas, aunque las está estudiando.