En 2021 se dispararon los delitos contra la seguridad vial, con un total de 125.939 procedimientos judiciales iniciados, el dato más alto de la última década, pese al descenso tanto de la movilidad por carretera como de las muertes y lesiones graves en accidentes de tráfico respecto a 2019, año prepandémico. Son datos revelados por el nuevo fiscal coordinador de Seguridad Vial, Luis del Río Montesdeoca, quien en su primera comparecencia en el cargo indicó que el notable incremento en esos delitos el pasado año pudo deberse al “efecto rebote” provocado por la eliminación de las restricciones a la movilidad decretadas en la pandemia.

Las infracciones penales contra la seguridad vial supusieron en 2021 una de cada tres condenas (33%) dictadas por los tribunales en el Estado, así como el 34% de las acusaciones formuladas por el Ministerio Fiscal.

El pasado año, tras un 2020 marcado por las restricciones de movilidad, concluyó con un descenso de las cifras de siniestralidad vial en comparación a los niveles prepandemia de 2019: hubo un 9% menos de fallecidos y un 16% de lesionados graves.

No obstante, el volumen de actividad judicial por delitos contra la seguridad vial fue el mayor desde el año 2011 con 125.939 procedimientos incoados, casi un 10% más que en 2019. También hay que remontarse hasta 2012 para encontrar cifras superiores de sentencias condenatorias por estas infracciones, que aumentaron un 17% respecto a los niveles registrados antes del inicio de la pandemia –94.942 frente a 80.542–.

Del Río consideró que los conductores “puede que hayan descuidado las normas de cautela” pero llamó a la “prudencia” a la hora de analizar estos datos, ya que una parte de las condenas y acusaciones dictadas en 2021 se corresponden a hechos ocurridos en años anteriores, especialmente en 2020, si bien en lo que llevamos de 2022 se ha percibido una tendencia al alzan en torno al 8% en fallecimientos y lesionados graves respecto a 2019.