La bolsa de demandantes de vivienda protegida sigue engordando en Euskadi y Gipuzkoa y lo hace a mayor ritmo desde la pandemia. "Estamos volviendo a subir de una manera importante, en cifras que no conocíamos desde 2013", asegura Mario Yoldi, el director de Planificación y Procesos Operativos de Vivienda del Gobierno Vasco.

El crecimiento neto de solicitantes en el último año ha sido del 5% y en la actualidad la demanda de vivienda protegida representa el 60% del total de la demanda de vivienda. Es decir, solo cuatro de cada diez personas que buscan un hogar pueden hacer frente a las exigencias del mercado libre. Una situación que inquieta a los gestores públicos y pone encima de la mesa cuestiones como la gestión de las viviendas desocupadas, los apartamentos turísticos o fórmulas como el cohousing.

"El nivel de demandantes está creciendo mucho. Creemos que por efecto de la pandemia, pero en la medida que el mercado libre no resuelva los problemas de acceso de la gente, el número del sistema de protección seguirá engordando", reconoce Yoldi. Porque la realidad es que sigue habiendo "poca oferta", especialmente en Gipuzkoa, si la comparamos con Bizkaia. Y a ello se suma que "acceder a un préstamo es también cada vez más complicado" y que "el mercado libre es demasiado caro".

En Gipuzkoa son actualmente 26.343 los solicitantes de vivienda de protegida inscritos en Etxebide y unas 78.500 en el conjunto de Euskadi. "Estamos hablando de un perfil muy social", reconoce el director de Planificación y Procesos Operativos de Vivienda del Gobierno Vasco. La pandemia y la crisis están pasando factura.

El análisis de los datos de inscripciones por municipios, recientemente ofrecidos por el Gobierno Vasco ante una pregunta parlamentaria del PP/Ciudadanos, confirma dos patrones claros que contrastamos con el propio Yoldi. El primero, la tendencia hacia las unidades convivenciales más pequeñas.

Los datos revelan que casi dos de cada tres solicitudes de vivienda protegida corresponden a unidades convivenciales de una persona, suponiendo el 63,4% de los expedientes activos en Gipuzkoa. Y si a ello sumamos otro 16,3% de solicitudes realizadas por unidades convivenciales de dos personas, concluimos que ocho de cada diez solicitudes están tramitadas por familias de uno o dos miembros.

La demanda de vivienda protegida de hogares unipersonales sigue aumentando además por encima de las solicitudes de familias de 2 miembros o más, lo que constata la tendencia creciente de las solicitudes de vivienda protegida por unidades familiares unipersonales. Astigarraga, Aretxabaleta y Eskoriatza, con porcentajes que superan el 70%, son los municipios con mayor porcentaje de solicitudes por parte de hogares unipersonales.

Siete de cada diez en alquiler

Otro patrón claro es de la predominancia del alquiler sobre la compra. Hoy en día, el 31,6% de las solicitudes de vivienda protegida en Gipuzkoa son de compra y el 68,4% de alquiler. Eso sí, existe una excepción en una zona muy concreta del territorio: tres municipios de la costa guipuzcoana como son Zarautz (64%), "uno de esos ayuntamientos especiales", asegura Yoldi; y también Getaria (61%) y Zumaia (52%), donde la compra es la opción preferente de los solicitantes. Astigarraga, con un 49,3% de solicitudes de compra le sigue de cerca, pero en el resto de municipios se impone el alquiler con holgura.

Excepciones pero que responden probablemente, tal y como reconoce el Gobierno Vasco, a un mayor poder adquisitivo de los vecinos de dichas localidades en relación a otros municipios y también a un efecto costa que atrae.

Sin embargo, la necesidad de vivienda al alcance de sus posibilidades es el denominador común de las familias que recurren a Etxebide. "En Etxebide hablamos de 78.500 unidades convivenciales, unas 132.000 personas que están demandado una vivienda protegida, ya sea de alquiler o compra y eso significa más o menos que es un 6% de la población bruta y un 4% de la población de más de 18 años demanda una vivienda protegida.

Y aunque un 5% de los inscritos en Etxebide reconoce que ya no mantiene la demanda de vivienda protegida, de esos 26.343 solicitantes en Gipuzkoa, unos 18.000 corresponden a unidades convivenciales que se han inscrito como requisito para cobrar la Pensión Complementaria de Vivienda (PCV) ligada a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).

"Pero esas miles de personas tampoco están viviendo debajo de un puente", aclara Yoldi, que defiende el sistema vasco de protección social. "La mayoría se encuentran ahora mismo en un alquiler libre y están cobrando una prestación que paga el Gobierno Vasco. Seis de cada diez, lo que buscan es transitar de un alquiler del mercado libre, donde están pagando entre 600 y 700 euros; a uno más barato, social, cuya media hoy en día es de 200 euros al mes. Alquiler social puro y duro", aclara el director de Vivienda a NOTICIAS DE GIPUZKOA.

"Hay que tener en cuenta, que a día de hoy, la gente que demanda un alquiler protegido tiene unos ingresos medios que apenas supera los 12.000 euros anuales. Obviamente, también tenemos clases medias que no puede acceder a un mercado libre ni en compra ni alquiler, pero colectivos la mayoría son colectivos ampliamente sociales, muy vulnerables", expone Yoldi.

Sin embargo, el director de Planificación y Procesos Operativos de Vivienda destaca en el caso de Gipuzkoa que "es el territorio que tiene el nivel de renta más alto, tanto en compra, como en alquiler". El nivel de ingresos medios se sitúa en 13.546 euros en Araba, 14.376 en Bizkaia y 17.269 en Gipuzkoa.

Este territorio también tiene un aspecto negativo que destaca sobre el resto. "Tiene una ciudad que está fuera de madre y eso está haciendo que empiece a afectar a los pueblos vecinos. Hoy en día, acceder a una vivienda protegida en Donostia está fuera de alcance. Los precios están absolutamente disparatados y la oferta es escasa. La gente joven no puede y se va a los pueblos de alrededor, que son mucho más baratos y en cuanto a movilidad se puede ir relativamente fácil", afirma Yoldi.

Alojamientos turísticos en Donostia

El director del Departamento de Vivienda también pone el foco en los pisos turísticos a la hora de analizar la situación de Donostia. "La mitad de todas las viviendas turísticas de Euskadi están en Donostia; son 2.000 alojamientos turísticos y entendemos que eso sí ha hecho daño al mercado, porque ha limitado la oferta", asegura.

Y esos jóvenes que no tenían sitio en la ciudad se han ido fuera. Astigarraga es el paradigma de esta realidad. Un municipio que cuenta con 1.026 solicitudes de vivienda protegida a día de hoy; un 14% de solicitudes en relación a su población, de poco más de 7.000 habitantes. Un ratio que dobla al de Donostia.

Los destinos más demandados, después de Astigarraga, son Zarautz, con un 10% de solicitudes respecto a su población, Pasaia (9%), y con un 8%: Pasaia, Lezo, Oiartzun, Hondarribia y Hernani. Donostia está en un 7%, junto a Errenteria, Lasarte-Oria, Urnieta y Getaria. Mientras que en en el extremo opuesto están Legazpi (2%), con apenas 133 solicitudes para un municipio de 8.367 habitantes, seguido con un 3% por Zestoa, Soraluze, Deba, Zumarraga, Ordizia, Elgoibar, Azkoitia y Beasain.