Adiós al covid-19 como preocupación de los guipuzcoanos; solo los mayores de 60 años dan cierta relevancia al coronavirus en sus inquietudes diarias. Pero si algo ha marcado el nuevo sociómetro de Gipuzkoa encargado por la Diputación para conocer el sentir de sus ciudadanos, es la subida de precios. Nueve de cada diez (87,4%) dicen haber notado la inflación en buena medida; y son muchos los que están cambiando sus hábitos, especialmente en el consumo energético del hogar. También, pero menos, en la cesta de la compra y la movilidad. Y aunque el 69% de los guipuzcoanos asegura todavía que llega a fin de mes con holgura, la preocupación aumenta.

Los datos del sociómetro de Gipuzkoa elaborado por Gizaker para la Diputación de Gipuzkoa en mayo de 2022 mediante 1.200 entrevistas telefónicas arrojan resultados interesantes. En su análisis, la portavoz de la Diputación Foral, Eider Mendoza, destacó por un lado que "se ha generado la sensación de que el covid ya no es un problema y con eso ha mejorado la percepción emocional, la situación emocional personal de los guipuzcoanos". Y por otro, que "la preocupación por la economía ha crecido mucho en poco tiempo y una parte importante de la ciudadanía ha cambiado hábitos por la subida de los precios".

Empecemos: un 6,31 de bienestar económico y de empleo como nota no es un mal dato. Es un pelín peor que el del pasado otoño (0,11 puntos), pero mejor que el año pasado por estas fechas e incluso antes de la pandemia, en abril de 2019, cuando se calificaba con un 6,27 sobre diez. De hecho, este índice estaba en 6,13 en 2018; y en 6,00 en 2017.

Aún así, uno de cada cuatro personas cree que su situación empeorará en el futuro (26,1%). La señal de alerta es evidente y no la pasó por alto la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza. De hecho, antes de la pandemia, solo el 14% pensaba que sus cuentas de casa irían a peor y un 12,8% lo creía en 2018. Hoy se dobla ese halo de pesimismo.

El caso es que, según manifiestan hoy cuatro de cada diez guipuzcoanos, su situación económica ha empeorado respecto a hace dos o tres años. Y en 2019 eran tres de cada diez los que manifestaban lo mismo. Quizá se esté abriendo una brecha; creciendo el número de quienes entran en apuros, pero sin que se vea afectado el grueso del pelotón.

De hecho, siete de cada diez guipuzcoanos asegura vivir sin apreturas económicas. El 53,8% dice que en su hogar se llega sin problemas a fin de mes, mientras que un 15,1% lo hace holgadamente. Es decir, casi un 69% vive instalado en la estabilidad económica, mientras que un 28,1% llega a final de mes "muy justo o haciendo restricciones en sus gastos". Y son dos de cada 100 guipuzcoanos (2,3%) los que aseguran que no consiguen llegan a fin de mes.

Peor para las mujeres

Las mujeres, de nuevo, sufren más. Mientras uno de cada cuatro hombres asegura o no llegar a fin de mes o hacerlo muy justo y apretándose el cinturón, entre las mujeres son un 34,2%, más de un tercio, las que pasan apuros.

Los ciudadanos en las franjas entre 30 y 45 años y entre 46 y 60 los que más habrían empeorado su situación económica: cerca de la mitad en ambos grupos (49% y 47,7%, respectivamente); y curiosamente, los jóvenes, entre 18 y 29 los que más han mejorado. Luces y sombras.

Pero los precios siguen siendo la gran amenaza. Ocho de cada diez guipuzcoanos (82%) creen que seguirán subiendo en los próximos meses y eso asusta porque las tensiones hoy ya son evidentes en más carteras cada vez.

Un 56,3% de los encuestrados dice haber notado mucho la inflación y un 31,1% bastante; es decir, el 87,4% mucho o bastante y son las mujeres (61,1%) quienes más lo han sufrido o lo perciben más, frente a un 49,1% de los hombres.

La inflación ha hecho mucho daño en los hidrocarburos. Y la movilidad se ha visto afectada. Uno de cada cuatro guipuzcoanos ha cambiado mucho (9,8%) o bastante (15,7%) sus hábitos de movididad. Son el 51,9% los que aseguran seguir igual, pero la otra mitad se habría visto forzada a cambiar sus hábitos de un modo u otro modo.

Más sensibles hemos sido al precio de la electricidad y el gas. Dos de cada tres consumidores asegura haber cambiado al menos algo sus hábitos domésticos y solo un 32% continúa igual. Y cuatro de cada diez han cambiado mucho (14,2%) o bastante (25,6%) sus costumbres diarias.

Incluso en la cesta de la compra se ha notado. Un 29% asegura haber cambiado sus hábitos de compra mucho (9,7%) o bastante (19,3%); un 24,7% algo, mientras un 45,7% puede destinar más dinero a su cesta diaria y no ha necesitado realizar ajustes.

Donostialdea, la más sensible a los precios

Donostialdea es, con diferencia, la zona más sensible, y allí son solo un 36,6% los que no han cambiado nada sus hábitos de compra, mientras que en la misma situación se encuentran un 43,7% de los vecinos de Bidasoa-Oiartzun, un 47,5% en Oria y un 57,5% en Deba Urola, donde solo un 25,2% dice haber cambiado mucho o bastante sus hábitos, frente al 32,5% en Donostialdea.