no perdieron precisamente el tiempo durante el día más especial para los donostiarras. Al menos medio centenar de personas que se sumaron a la fiesta echaron en algún momento mano al bolsillo y, para su sorpresa, su teléfono había desaparecido. Todo ocurrió durante las 24 horas más frenéticas del año. El motivo, una banda organizada que se dedicó a llevarse móviles cuando el resto, dejando el tambor a un lado, lo que se llevaba era una desagradable sorpresa. La Policía Foral detuvo en Irurtzun a los presuntos responsables, tres varones y una mujer, que tenían en su poder 53 teléfonos que habían sido sustraídos en Donostia durante la Tamborrada.

Se les imputan los delitos de hurto de móviles y pertenencia a grupo criminal y a uno de ellos además falsedad documental al presentar un permiso de conducir falso, según informó ayer la Policía Foral, que se ha encargado de las pesquisas.

Los cuatro, de edades comprendidas entre 21 y 30 años, poseen numerosos antecedentes por hechos similares, cometidos en su mayoría en Barcelona, y se encuentran en situación irregular en el Estado.

Los detenidos, a quienes se les ha retirado el pasaporte al constar sobre ellos expedientes de expulsión, fueron puestos ayer a disposición del juzgado de guardia de Pamplona.

El pasado lunes, según detalló la Policía Foral, en un hotel de Irurtzun una víctima de hurto, que echó en falta su móvil durante la Tamborrada, informó a la Ertzaintza de que el geolocalizador sincronizado a su tablet situaba su dispositivo en esa localidad navarra.

La policía autónoma vasca contacto con la Policía Foral, que movilizó una patrulla de seguridad ciudadana de la comisaría de Altsasu hasta Irur-tzun para tomar declaración a los sospechosos.

Ante la "incoherencia de sus versiones" y la aparición en los cacheos de tres teléfonos y 766,54 euros fraccionados y repartidos proporcionalmente, procedieron a su detención y traslado a la comisaría de Pamplona para continuar con la investigación.

En el posterior registro de su coche apareció el teléfono de la alertante, que indicaba su localización vía GPS, y en una mochila escondida en la habitación otros 49 teléfonos móviles de todo tipo y modelo.

La Policía Foral está contactando con los titulares para devolver los 53 teléfonos, once de los cuales ya habían interpuesto denuncia por los hechos en Policía Municipal y Ertzaintza. Todas las denuncias sitúan los hechos en la Parte Vieja de la capital guipuzcoana durante la celebración festiva.

De momento, la alertante, una joven de Aretxabaleta, ya ha recuperado en Pamplona el móvil que desencadenó la operación.

La Policía Foral recomienda activar la geolocalización del teléfono en remoto mediante ajustes de ubicación o aplicaciones específicas de localización para así posibilitar, en caso de extravío o hurto, el rastreo del dispositivo. - N.G./Efe