Bilbao
LES dijeron que sus bebés habían muerto y poco más. Ahora que se han puesto a indagar hallan documentos salpicados de contradicciones y hasta el más mínimo tachón alimenta sus sospechas. Una decena de profesionales sanitarios han comparecido en la comisión del Parlamento Vasco que estudia los casos de bebés robados para tratar de arrojar algo de luz.
Ahora fallecen en sus brazos
¿Era normal que no enseñaran los cadáveres a los padres?
No haber visto el cadáver de su recién nacido atormenta con el paso de los años a muchos padres, pero hace décadas no mostrárselo era lo normal. "En los años 70, cuando nacía un niño que, por ejemplo, en ocasiones salía de color azul, casi negro, porque había muerto hacía unas poquitas horas, se consideraba, en el campo de la medicina, que eso añadía más dolor y no se enseñaba el niño", afirmó el médico forense Francisco Etxeberria, al tiempo que reconoció la "brusquedad" con la que algunos facultativos trataban a las parturientas, a las que decían: "No llores, eres joven, podrás tener más hijos".
Ahora no solo se les muestra el cuerpo del bebé a los padres, sino que se les ofrece incluso "la posibilidad de tenerlo en brazos, mientras va terminando sus últimas horas, cuando ya no hay más asistencia clínica que poder prestarle", detalló Enrique González, jefe clínico de la Unidad Neonatal del Hospital Universitario de Álava. De esta forma, indicó, tratan de "que hagan su proceso de duelo en un régimen lo más íntimo posible". Si la familia rehúsa ver el cadáver, se le insta a pensárselo dos veces. "Falleció un bebé a término y ni el padre ni la abuela querían verlo. Tuvimos que invitarles generosamente a que lo hicieran, porque si no, dentro de treinta años, si se vuelve a repetir otra historia así, estaríamos diciendo que no se les permitió ver el niño", relató Joseba Landa, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Donostia.
Tachones en la documentación
¿Por qué figuran diferentes causas de la muerte?
Etxeberria echó mano de un caso entre tantos para explicar por qué en la partida de defunción de una niña "pone que murió por una hidrocefalia, mientras que en el certificado del enterramiento señala que falleció por una meningitis y a la madre le dijeron que murió por un problema cardíaco". En el certificado de defunción, dijo, deben constar la causa inmediata del fallecimiento y la causa fundamental. "La niña tuvo una meningitis, que desarrolló una hidrocefalia y que finalmente hizo un paro cardíaco. ¿Cuál es la causa inmediata del fallecimiento? La hidrocefalia. ¿Cuál es la causa fundamental? La meningitis. Ahí acaba el recorrido que tiene este asunto", zanjó.
Tras reconocer que "con la tecnología que había en aquel momento no siempre era fácil conocer exactamente la causa de la muerte", el jefe clínico de la Unidad Neonatal del Hospital de Cruces, Adolfo Valls i Soler, explicó el porqué de alguno de los borrones que tanto inquietan a las familias. "Hay casos donde nosotros poníamos nuestros diagnósticos y, al tener el informe del patólogo que hacía la autopsia, tachábamos aquel diagnóstico que no estaba soportado por la historia y añadíamos alguno más". También el jefe de la Unidad Neonatal del Hospital de Álava admitió que podrían "añadir notas aclaratorias a un fallecimiento" e incluso "tachar y debajo poner lo que consideras correcto", pero "me parece prácticamente imposible que un compañero cambie historiales".
No todos tenían teléfono
¿Cómo se explica que tardaran horas en avisar del deceso?
En la era de los smartphones resulta difícil de entender, pero hace cuarenta años no todas las familias tenían teléfono en casa y a veces era imposible localizarlas cuando un bebé, ingresado en una Unidad Neonatal, fallecía. "En aquel momento no era fácil, a mitad de la madrugada, informar a la familia del fallecimiento, y sucedía de vez en cuando que los padres llegaban por la mañana a ver a su hijo, y aquel era el momento en que les decías: Os hemos estado intentando localizar".
Historiales dispersos por Euskadi
¿Por qué resulta difícil el acceso a alguna documentación?
Convencido de que "nadie ha escondido información", el jefe de la Unidad Neonatal de Cruces admitió, no obstante, que "se han perdido montones de expedientes". Y él lo ha sufrido en carne propia. "Cuando yo, para uso interno, he buscado historias, unas estaban en unas cajas en algún lugar de Álava, otras en algún sitio en Galdakao, o sea, en los hospitales estaba creciendo el volumen de información sin una ley y hacían lo que podían".
Etxeberria corroboró, por su parte, las quejas de los afectados sobre el trato recibido en algunas ventanillas, ya que en sus investigaciones sobre crímenes franquistas él mismo se ha topado con "funcionarios que no tenían mucho interés en colaborar y otros que, sin embargo, invertían los minutos suficientes para buscar en el archivo".
No había ecografías
Si el embarazo iba bien, ¿por qué el bebé podía nacer muerto?
A falta de ecografías y de las técnicas actuales, era "relativamente frecuente", aseguró Valls i Soler, que nacieran bebés muertos sin que se hubiera detectado previamente su fallecimiento. "Es posible que bebés que las familias pensaban que iban a nacer vivos nacieran muertos, no porque fallecían en el proceso del parto, sino porque estaban muertos antes, pero nadie lo había podido certificar con los medios diagnósticos que había entonces".
No pueden desvelar información
¿Qué ha motivado el silencio de la clase médica?
Pese a que las sospechas de los afectados se cernían sobre la clase médica, ningún representante parecía dispuesto a hablar. "Los médicos no se pueden defender públicamente porque no pueden desvelar la información que han conocido de la intimidad de las personas", ya que, de hacerlo, estarían "cometiendo un hecho delictivo", advirtió Etxeberria, para quien esta es la razón "por la que este tema ha ido creciendo sin que nadie del mundo médico-sanitario lo haya podido explicar a su debido tiempo".
signos de uso habitual
¿Qué significa esa cruz que aparece en los expedientes?
Tal y como aclaró el jefe de Pediatría del Hospital de Donostia, "en la historia de cualquier persona que fallece se pone una cruz". Un elemento gráfico que ha levantado sospechas entre los afectados. "Ese símbolo, que se presentó como demoníaco, no tiene ninguna trascendencia más que facilitar al personal el conocimiento de que aquella documentación corresponde a una persona fallecida. El otro día oí en un programa de televisión que, como los brazos de la cruz son más cortos, ese niño está robado. Decir eso es faltar a la verdad", aseveró.
Respecto al término distocia social, que aparecía en muchos historiales de aquella época, Landa indicó que "hacía muchas veces referencia a problemas, como que no tenían seguridad social o no habían llevado control del embarazo" y también "a personas que iban a entregar el niño en adopción, madres solteras o con determinada problemática social".
No hay ADN en las pinzas
¿Es posible que los huesos se desintegren?
"Las estructuras óseas, sometidas al paso del tiempo y determinados factores, sufren un proceso de degradación, no de desaparición", matizó el jefe del Servicio de Patología del Instituto Vasco de Medicina Legal, Luis Miguel Querejeta, quien especificó que en las exhumaciones que han realizado no se ha producido "ningún elemento circunstancial extraño o raro", por lo que la conclusión razonable es: "si yo no demuestro ninguna circunstancia especial, es que ahí no ha habido hueso".
Por otra parte, Querejeta subrayó que están "luchando contra el tiempo" y que no siempre es posible extraer muestras de ADN de los materiales que se encuentran en el interior de los féretros. "Todas aquellas investigaciones que se están realizando sobre elementos no orgánicos, como pinzas, guatas o pañales, están dando resultados negativos y no hay capacidad para investigar ninguna correlación familiar".