Donostia. Casi 700 guipuzcoanos partirán este vienes en la tradicional peregrinación al Santuario de Lourdes (Francia). Para ello, la hospitalidad de Lourdes en Donostia ha fletado catorce autobuses de los que uno estará adaptado para quienes tenga limitada su movilidad. En total, se desplazarán al santuario francés 277 enfermos, 172 camilleros, 240 enfermeras y siete médicos.

"Saldremos el viernes por la mañana para llegar a Lourdes hacia el mediodía", confirmó Nieves Sáenz desde la hospitalidad en Donostia.

El mismo viernes por la tarde, los participantes de esta peregrinación participarán en un acto de bienvenida, aunque el grueso de los eventos tendrá lugar el sábado, ya que es entonces cuando se celebrará en el santuario el día de Gipuzkoa. La jornada comenzará a las 8.00 de la mañana con un acto mariano en el que se llevará a cabo una imposición de medallas "a enfermeras y camilleros que colaboran con la hospitalidad", contó Sáenz. Más tarde, a las 9.45 horas, tendrá lugar la misa de la gruta, lugar en el que la historia cuenta que la Virgen de Lourdes se apareció. Ya por la tarde los peregrinos participarán en la procesión del Santísimo. Además, quienes acudan desde Gipuzkoa a Lourdes en sus vehículos particulares o a través de viajes organizados por agencias podrán participar en una misa para peregrinos guipuzcoanos en la basílica del santuario.

Organizar un viaje de estas características no es tarea fácil y Nieves Sáenz puede dar cuenta de ello. "Recibimos muchas solicitudes por lo que se exige a los enfermos que entreguen, además de sus datos personales, un informe médico que detalle su situación, la medicación que necesitan... Con todo ello, los médicos que hacen el viaje con nosotros proceden a hacer la selección", explicó Sáenz. "Si viajamos con 300 enfermos, habremos tenido que dejar fuera a unos 60", dijo.

Además de la selección, las dificultades llegan a la hora de financiar el viaje. "Las enfermeras y los camilleros se costean su propio viaje. Los enfermos tienen que pagar una cantidad simbólica de 20 euros y el resto se consigue a través de cuestaciones en las puertas de las iglesias y donativos que recibimos de particulares y empresas", indicó. Sin embargo, también aquí "se nota la crisis". Los peregrinos viven una experiencia de cuatro días que "les marca y de la que se llevan muchas cosas", apuntó Sáenz.