¿Era el Sergio Francisco futbolista uno de esos compañeros de vestuario a los que se podía intuir un futuro como entrenador?

Sergio siempre fue un tío muy correcto y respetuoso en el seno del equipo, pero al mismo tiempo se le veía esa inquietud por el juego y por entender lo que pasaba sobre el campo. Después de cada partido, en las típicas charlas con el entrenador para analizar lo que había sucedido, él era uno de los que más participaba. Le gustaba mucho estudiar cada encuentro y jugadas concretas que habían podido ser claves. Además, en el campo te daba pequeñas indicaciones sobre dónde situarte, y tenía una forma muy reflexiva de hablar sobre fútbol. Sí que se le intuía madera de entrenador. Pero de ahí a llegar a dirigir al primer equipo de la Real hay un trecho.

Usted compartió equipo con él durante tres temporadas en el Real Unión.

Sí. Yo me retiré después del ascenso a Segunda, y pasé a entonces al organigrama técnico como analista de los próximos rivales. Recuerdo que Sergio me consultaba sus cosas y me hacía preguntas, por el cargo que yo desempeñaba y también porque éramos amigos. Nos conocíamos de Irun, de los tres años previos en la plantilla y también de haber coincidido varias temporadas antes (en la 2001-02) en el Villarreal. Yo jugaba en el primer equipo y él en el filial, que entonces era el Onda.

Sergio Francisco y Berruet, junto a Eduard Castro (izquierda) como futbolistas del Real Unión 2008-09. Ruben Plaza Etxabe

Sergio Francisco colgó las botas en 2012 y se convirtió inmediatamente en segundo de Imanol Idiakez en el banquillo del Real Unión. ¿Cómo se dio esa apuesta?

Bueno, ahí yo ya era el director deportivo... Recuerdo que Idiakez necesitaba un asistente y que enseguida salió a la palestra el nombre de Sergio. La verdad es que aquella temporada 2012-13 no se dio muy bien, e Imanol salió del club al terminar la liga. El presidente Ricardo García y yo mismo vimos que el propio Sergio estaba capacitado para asumir el cargo: nos gustaba su manera de ser, y pensamos que podía llevar bien al equipo y plantear bien los partidos. Fue un curso difícil, porque el club atravesaba problemas económicos que se trasladaban al nivel de la plantilla, pero logramos el objetivo de la permanencia en Segunda B.

¿Qué descubrió entonces del Sergio entrenador?

Destacaría su tranquilidad por encima de todo. Como te decía ahora, vivimos una temporada complicada, y Sergio fue siempre el más tranquilo de todos. Estuvimos a punto de bajar... Recuerdo una derrota en Sariñena a falta de cinco jornadas que nos dejó muy tocados, y él siempre decía que estaba convencido de que nos íbamos a salvar. Creo que no le he visto nervioso nunca. Y a esto súmale lo más importante: a nivel técnico-tactico está más que preparado.

Conseguido el objetivo, Sergio Francisco puso rumbo a Zubieta durante el verano posterior. ¿Le ha seguido desde entonces?

Claro, claro. Mantengo una muy buena relación con él. Y su trayectoria en la Real ahí está. La mayoría de los jugadores que han subido al primer equipo durante los últimos años han pasado por sus manos. Y los equipos que ha dirigido han tenido además muy buenos resultados. Ahí está, por ejemplo, el actual Sanse, una plantilla muy renovada a la que ha metido en el play-off. La Real es un club de primer nivel que no regala los cargos así como así, y si ha nombrado entrenador a Sergio por algo será. Ahora le espera un reto difícil, dentro de un proyecto nuevo con muchos cambios y relevando a un Imanol que ha hecho historia, pero estoy convencido de que va a construir algo súper competitivo.