Donostia. El plan de Osakidetza para cerrar 46 de los 104 ambulatorios de la Comunidad Autónoma Vasca los fines de semana y festivos está creando un gran desasosiego no sólo entre los profesionales sanitarios, sino principalmente entre los usuarios del Servicio Vasco de Salud.

De llevarse a cabo, tal y como se persigue desde el departamento de Sanidad, miles de pacientes se verán obligados a desplazarse los sábados lejos de su centro de referencia para poder ser atendidos ante cualquier eventualidad por un médico sin tener que recurrir a las urgencias hospitalarias.

La propuesta planteada por Sanidad, que no termina de convencer a los sindicatos ni a los médicos, parece buscar la "reorganización" de la asistencia sanitaria mediante el cierre de la mitad de los ambulatorios que permanecen abiertos en la actualidad de 9.00 a 14.00 horas, los sábados.

Desde la dirección de Salud aseguran que compensarán la pérdida de centros de salud con la apertura de 44 Puntos de Atención Continuada (PAC), nueve más de los que funcionan en la actualidad. Sin embargo, los médicos, tal y como han explicado a este periódico algunos facultativos, no lo tienen claro. "Creemos que con los PAC el departamento busca justificar el cierre de los ambulatorios, pero las condiciones de trabajo del personal que trabaja los fines de semana empeorarán; creemos que no van a ampliar la plantilla. Esta reorganización puede ir en contra de los pacientes", reconocen los profesionales.

"Lo que llama la atención es que el Gobierno de López se sume de forma entusiasta a esta iniciativa de cerrar los ambulatorios los fines de semana. En la anterior legislatura abortaron cualquier debate sobre esta medida; utilizaron la reorganización sanitaria para desgastar no sólo al entonces consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, sino al lehendakari Ibarretxe. Muchos profesionales no salimos de nuestro asombro; están realizando lo que prometieron no hacer", añaden facultativos de primaria.

El proyecto de Osakidetza está creando un gran malestar entre los ayuntamientos vascos que piden que el consejero de López, Rafael Bengoa, explique la propuesta en el Parlamento Vasco. Unas explicaciones que la parlamentaria nacionalista, Nerea Antia, viene esperando desde el pasado 14 de abril, cuando solicitó al presidente de la Comisión de Sanidad, Carmelo Barrio del PP, la comparencia del director general de Osakidetza. El popular, lejos de acelerar la comparecencia, "en plan de sumisión total al PSE", la ha ido posponiendo hasta el próximo día 24.

La reorganización de la atención sanitaria los fines de semana y festivos dejará a los pacientes guipuzcoanos sin diez (Parte Vieja, Pasaia San Pedro, Loiola, Villabona, Ordizia, Lazkao, Azkoitia, Leintz Gatzaga, Oñati y Deba-Mutriku) de sus 33 ambulatorios.

Los vecinos de Bilbao pasarán de tener una veintena de ambulatorios abiertos los sábados por la mañana a nueve centros. Éstos tendrán que absorber la demanda asistencial de toda la capital vizcaína, con más de 350.000 habitantes. Los cinco Puntos de Atención Continuada (PAC) donde tendrán que acudir serán: Begoña, Deusto, Rekalde, Indautxu y Santutxu.

Los miles de pacientes de la Margen Izquierda deberán desplazarse a otras localidades de la comarca si precisan ser atendidos por un facultativo. Seis de los quince ambulatorios dejarán de funcionar. Para compensar, Osakidetza abrirá los PAC de Ortuella y Zaballa 48 horas, del mismo modo que lo hacían los de Sestao, San Juan de Dios, Balmaseda, Zalla y Karrantza. La comarca de Uribe dejará de tener abiertos cinco ambulatorios.

Sin embargo, Álava será el territorio que más notará la propuesta de Osakidetza, ya que prevé clausurar diez de los trece centros que abren los sábados.