Decía John Benjamin Toshack, que la semana que viene será homenajeado en Anoeta, que la liga de fútbol no empezaba en Donostia hasta que terminaba la Bandera de La Concha. Los tiempos van cambiando, pero hay cosas que se mantienen en el tiempo: Los dos primeros fines de semana en la capital guipuzcoana son para la tradición, la historia y el arraigo. Hoy y el próximo domingo la ciudad vive por y para el remo. Desde Donibane Lohizune hasta la Ría de Vigo la atención se centra en Donostia, en una mirada al pasado, pero en un deporte modernizado. Todo es susceptible de ser adaptado a los tiempos que corren. Ocho embarcaciones masculinas pugnarán desde las 12.00 por la enseña más preciada del Cantábrico. Esta prueba es la unión entre pasado y presente, entre los nuevos tiempos y una mirada a otras lejanas épocas. Es la edición número 130 de la Bandera de La Concha, que se lleva celebrando de forma ininterrumpida desde 1939. La primera fue en 1879. Mantener y proteger esta prueba durante tanto tiempo es la tradición bien entendida, es defender el patrimonio y la cultura. Un año más se mantiene viva la llama. Y que dure.

Orio parte indiscutiblemente como la principal favorita a llevarse el título. Ha ganado el campeonato provincial, el autonómico, el estatal y catorce de las 18 regatas disputadas en liga. Los números no mienten, se ha ganado esa etiqueta a la fuerza. Eso no significa que tengan la bandera ya en el bolsillo, ni mucho menos. Zierbena, que bogará junto a la San Nikolas en la primera tanda, es la principal amenaza de los aguiluchos. Los de Dani Pérez están cuajando un buen final de temporada, llegando en un alto nivel a este tramo final del curso, y por supuesto los galipos plantean dar guerra y reventar los pronósticos, más aún sin cupos, que supone una diferencia muy a tener en cuenta.

En esa misma tanda estarán Getaria y Bermeo, otras dos traineras que llegan al alza. La Esperantza viene mejorando sus prestaciones durante las últimas semanas, incluso logrando un segundo puesto en la regata de casa, mientras que los de Jon Salsamendi marcaron el mejor tiempo en la clasificatoria, aunque todo a punta a que cederán el sitio en un trono en el que se han sentado los últimos tres años. Como Zierbena, sin cupos pueden mejorar sus prestaciones.

Donostiarra

Se podría decir que la tercera candidata en discordia es Donostiarra. Los de Igor Makazaga parecen estar un peldaño por debajo de las dos principales favoritas a ondear la bandera, pero no cabe duda que son los favoritos a llevarse una segunda tanda casi íntegramente guipuzcoana y, si no fallan, el segundo domingo estarán en la tanda de honor. A su favor juega el menor desgaste que el resto de sus rivales que tuvieron que competir en una clasificatoria muy dura. Hondarribia, por su parte, repite presencia en la bahía y desde 2007 es fiel a la cita, mientras que San Juan vuelve después de su última presencia en 2017. Ambas han cumplido el objetivo, ahora les queda competir y disfrutar sin presión. Isuntza, por su parte, retorna a una prueba en la que no estaba desde 1999 y su situación es calcada a la de la Ama Guadalupekoa y los de Joseba Fernández. Es prácticamente una segunda tanda de la liga. Por supuesto, lo que van a intentar todas es repetir presencia en este turno de privilegio en la segunda jornada. No va a ser fácil, pero a veces esta competición trae sorpresas.

La Parte Vieja, el Paseo Nuevo y el muelle se llenarán de aficionados con los colores de sus equipos, hayan logrado o no la clasificación, porque el apoyo está muy por encima del éxito deportivo. El ambiente festivo volverá a mezclarse con una competitividad sana y bien entendida, cada uno apoyando a los suyos como no puede ser de otra manera. Porque el remo es sentimiento de pertenencia, no solo por el club de cada uno. El remo es nuestro patrimonio.