Donostia. La vigésima clasificación consecutiva de Orio para la Bandera de La Concha llegó con suspense. Más dentro del bote que fuera, a consecuencia de la rotura de la tosta de Urko Redondo, que apenas pudo remar en el segundo largo. El proel oriotarra explica que "el patrón (Aitor Carrillo) nos acababa de avisar de que faltaban veinte paladas para la ciaboga, dimos un gran bote y al caer abajo oí un crack, y la tosta se partió en dos". En ese instante, "pensé que nos íbamos a la calle".

El percance no afectó la maniobra, "porque te apoyas más atrás, en la base de fibra", pero, a continuación la Mirotza fue presa de los nervios. "Tras la ciaboga, traté de sentarme, pero no me sostenía en la tosta. Lo intenté más atrás, en la base de fibra, pero no llegaba a remar. Cogí la esponja del de delante y la puse encima de la mía, y justo, justo llegaba".

El resto de la tripulación se percató del problema, y "miraban para atrás y le preguntaban a Joxean (Olaskoaga) qué pasaba; fue un rato malo". La tensión se agudizó durante "dos minutos de gran tensión", cuando "perdimos un par de olas". Sin embargo, "luego acertamos y ya me pude sentar. Por suerte, las referencias eran buenas, cuando vimos que cogíamos olas, nos tranquilizamos. Si nos pasa en el minuto cuatro, ahora estaríamos en casa", opina Urko, que para remar se sentó "sobre una pierna y con la otra hacía fuerza en el suelo, me sujetaba con una mano y traté de hacer toda la fuerza posible, que no era mucha. Acabé con la cintura tocada".

Tras la calificación, Orio irá "a por todas. El domingo nos ha tocado una buena tanda. Hemos evitado a Kaiku, para mí la gran favorita: es capaz de romper la regata de inicio, y San Juan y Astillero tratarán de aguantar. Nosotros intentaremos ganar la tanda. Sabremos las referencias, y al menos queremos llegar con opción al segundo domingo, no como en 2009". Cree que Kaiku o Urdaibai no enseñaron todas sus cartas el jueves.

Ante ellos, Orio se ve "con moral" en el doble frente a La Concha y la liga. "Lo vamos a intentar".