La Real Sociedad atraviesa una de sus peores crisis desde que Jokin Aperribay se hiciera con el mando en enero de 2009. A los pocos meses de que el entrenador más exitoso de su era presidencial decidiera dejarlo tras siete años, el club ha despedido a Sergio Francisco y se encuentra en manos de un interino para esta semana. Jon Ansotegi puede batir un récord sorprendente y es que en once días va a dirigir cinco partidos de tres equipos distintos. Concretamente, a un combinado txuri-urdin sub’21, en la Premier League International Cup, que empató a cero en Brighton; al Sanse, en Segunda, que en realidad es su puesto asignado para esta temporada sin haber tenido experiencia como primer entrenador, en un duelo en el que asaltó de manera espectacular un estadio de postín como Riazor con un contundente 0-3; al primer equipo, de manera interina, con el que se impuso en su debut en Copa por un ajustado y apurado 1-2 ante un adversario de 1ª RFEF; el sábado le aguarda el estreno en Liga en un estadio maldito para la entidad como el Ciutat de Valencia; y, no se lo pierdan, el domingo regresará a su banquillo para dirigir al Sanse frente al Ceuta.
Es decir, después de once días de furia, en el que el club estará en sus manos casi bajo el lema In Anso we trust (En Anso confiamos), volverá a la normalidad. Para ser sinceros, en el club consideran que están en muy buenas manos al tratarse de un hombre que se ha pasado toda la vida en Zubieta, que conoce a la perfección los entresijos de la Real y que es reflexivo, tranquilo e inteligente. Además de contar con la experiencia que te proporciona el haber sido futbolista profesional, con mas de 200 encuentros disputados con la txuri-urdin y los siete años de tercero de Imanol. Eso sí, durante su semana en el primer equipo el filial se ha quedado sin su primer y su segundo entrenador para preparar la visita del Ceuta y se ejercita a las órdenes del resto del cuerpo técnico a la espera de que se reincorporen.
Un hombre de confianza
Ansotegi siempre ha sido un hombre de la máxima confianza para Jokin Aperribay. Uno de sus ojitos derechos en los 17 años que lleva de presidente. No es de extrañar que el presidente haya mantenido muchas conversaciones con él estos días y que seguro le ha invitado a tomar decisiones, como el intentar volver a contar con Sucic. Lo que sí ha podido confirmar este periódico es que el técnico se reunió con el croata y preguntó si podía contar con él y si le iba a responder en el caso de que le diera una oportunidad. La verdad es que fue impactante que con el cuerpo aún caliente del anterior entrenador “y amigo”, según sus palabras, y siendo plenamente consciente de la actitud que ha mantenido con él, pocos días después de negarse a completar un entrenamiento y encararse con él, lo que le costó quedarse sin viajar a Reus para disputar un partido en el que estaba llamado a ser titular, decidiera sacarle al campo.
Su gol y su cambio de actitud, que se reflejó más en su, por ejemplo, presión nada más sacar del centro el Eldense tras el 1-2, y con el equipo con diez por el golpe que se llevó Astiazaran, para que no golpeara en largo el meta, en lugar de que no lo celebrara demasiado, no puede justificar que el club y la salud del vestuario está por encima de todo. Y aunque sus compañeros se alegraron mucho de su gol, algunos están sorprendidos de cómo se está actuando en determinados casos. Aquí se incluye la entrada de Sadiq fuera de forma para intentar ponerle en el escaparate con el objetivo de que picasen en Arabia.
Final de finales
La situación actual del club es que el sábado afronta un duelo clave ante el Levante, el colista, que le esperará dispuesto a afrontar su particular final de las finales. Mientras el interino preparará el envite, el club sigue sin confirmar su entrenador extranjero, en unas gestiones que está llevando bajo el mayor de los sigilos hasta el punto de que no da ninguna pista. Sorprende el paso de los días sin que aterrice un técnico foráneo, que va a tener que pasar por un obligado y lógico proceso de adaptación, sobre todo cuando después de Navidades, y sin querer asustar a nadie, a la Real le espera en Liga entre enero y febrero el Atlético en casa, el Getafe fuera, Barcelona y Celta en Anoeta, el Athletic en San Mamés, Elche en Donostia, el Bernabéu y el Oviedo en el estadio de Amara. Mejor ni pensarlo.
En los despachos de Anoeta están nerviosos y no hay más que ver las imágenes de Aperribay en el palco de Elda. Tal y como desveló Marco Antonio Sande en la Cope, y ha podido confirmar este medio, ya sin la presencia de Sergio Francisco, el presidente entró muy enfadado y caliente en el vestuario y abroncó a la plantilla hasta el punto de que varios de los jugadores salieron muy tocados. En la monumental bronca, llegó a sacar el teléfono para señalarles que el que no quisiera seguir podía contactarle en su móvil, además de proclamar que se encontraba hasta las narices de lo que está pasando.
Enfado mayúsculo
Su cabreo mayúsculo contrasta con su tibieza a la hora de referirse al comportamiento y la actitud de Sucic con Sergio cuando fue preguntado en la rueda de prensa al final de la Junta de Accionistas: “No juega porque están entrando otros. Todos tienen expectativas. Es quizá el más importante de la temporada pasada en alguna parte. Si no llega a tener la lesión al final, posiblemente fuese otro. No está entrando, ha habido muchas circunstancias. Y la decisión del entrenador. Tenemos un muy buen equipo”.
La Real está en serios problemas, como pueden constatar hasta sus rivales, como Quintana, autor del gol del Eldense, que manifestó en la Ser que “no están atravesando por su mejor momento”. Pero la reprimenda de Aperribay todavía no ha tenido el revulsivo esperado, el enfermo cada vez tiene peor color, el enfado en el entorno es manifiesto y creciente y se espera un mes de enero de los más calientes que se recuerdan con decisiones estructurales que pueden modificar por completo el rumbo del club hasta ahora...