En una jornada 35ª nefasta para sus intereses, la Real Sociedad se aleja de manera considerable del objetivo que le quedaba en la presente temporada, clasificarse para disputar una competición europea por sexta ocasión consecutiva. Ahora mismo, el octavo puesto, que concede el último billete continental, se encuentra a cuatro puntos, tres más de los que comenzó la jornada después de su contundente y sonrojante derrota por 4-0 ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano y las victorias de sus principales rivales directos en esta pugna.

Además, estos resultados tan negativos para el conjunto guipuzcoano han propiciado que la séptima posición, a la que también opta matemáticamente, aunque de manera muy remota, esté ya a seis puntos distancia. Una renta ya prácticamente insalvable cuando solo restan en juego nueve.

Así que a este equipo que se hundió en el campo atlético el sábado por la noche solo queda pelear por la octava plaza, que permitiría jugar la Conference League, ante unos adversarios más en forma en estos momentos que la Real y que, al contrario del propio cuadro blanquiazul, están consiguiendo victorias en las últimas jornadas.

Comenzando por el Celta, el primero de este pelotón que pelea por los puestos séptimo y octavo, que no perdonó y sigue firme en su camino hacia el regreso a Europa tras imponerse (3-2) a un Sevilla que jugó toda la segunda parte con un futbolista más.

El siguiente, el Rayo Vallecano, logró vencer el viernes por la mínima (0-1) en el campo de un necesitado Las Palmas que se encuentra en puestos de descenso.

El Mallorca, por su parte, ganó también por la mínima (2-1) y no sin sufrimiento al colista Valladolid, pero, a fin de cuentas, tampoco falló.

El Valencia no dio opción a un rival que se podía considerar directo hasta esta jornada y goleó (3-0) al Getafe, que ya se queda lejos de los puestos europeos.

Mientras que Osasuna empató (1-1) ayer en el complicado estadio de un Betis que llegaba tras clasificarse el jueves para la final de la Conference League.

Despedir a Imanol

Eso sí, la plantilla txuri-urdin quiere echar el resto para despedir a Imanol con uno de los objetivos que más ha perseguido desde que tomó las riendas del primer equipo realista: clasificarse para disputar una competición continental. Un reto que ha conseguido el técnico oriotarra en cinco ocasiones de forma consecutiva; en todas las que ha comenzado desde la pretemporada al frente de la Real. El propio Martin Zubimendi declaró el jueves pasado que “lo tenemos todos claro. Estamos empeñados en darle la despedida de la mejor manera posible. Es una pena la noticia de su marcha, nos jode a todos, pero seguramente sea lo mejor para él y para la Real. Si algo ha dejado claro es que piensa en la Real antes que en todo”.

Ranking UEFA

Según el Ranking UEFA, “se otorga una plaza automática en la fase liga (Plaza por Rendimiento Europeo) al club mejor clasificado en su liga por detrás de los clubes que ya se hayan clasificado directamente”. De esta manera, en la actualidad, y será así hasta el final de la temporada, la Premier League y la Liga tienen los coeficientes de federaciones por clubes más altos de la presente temporada y, por lo tanto, cada una ganaría una Plaza por Rendimiento Europeo. La Premier le saca a la Liga casi 3.000 puntos, mientras que la Liga aventaja al tercer clasificado, el Calcio italiano, en casi 2.000, de manera que, salvo sorpresa mayúscula, las plazas ya están prácticamente asignadas.

Así las cosas, la Plaza por Rendimiento Europeo, que permitiría jugar la Champions League, de cada federación iría a parar al equipo que ocupase la quinta posición en su respectiva clasificación (el Villarreal, quinto, ocuparía ahora mismo ese puesto y las plazas europeas de las otras dos competiciones se correrían). Y, por consiguiente, dos plazas, que serían el sexto y el séptimo, serían para la Europa League y una, el octavo, para la Conference porque los finalistas de la Copa (el campeón tiene derecho a una plaza en la Europa League) jugarán la Champions.

Duelos directos

La Real únicamente afrontará en este tramo final de la temporada un enfrentamiento directo con sus rivales en la pelea europea: el que le medirá al Celta mañana en Anoeta, a partir de las 20.00 horas. Un choque en el que, además estar obligada a ganar, debería tratar de igualar o superar el goal-average que ahora mismo está en manos de los vigueses, que ganaron en Balaídos el pasado 21 de diciembre, día de Santo Tomás, por 2-0. 

Al equipo txuri-urdin no le resta ningún duelo directo más, pero entre los demás sí los habrá. El mismo Celta se medirá también, después de a la Real, al Rayo Vallecano en casa en la jornada siguiente, la penúltima (el próximo domingo a partir de las 19.00, en el horario unificado).

Por su parte, el Rayo, además del citado partido ante el conjunto gallego, jugará contra el Mallorca en la última jornada liguera, en Vallecas. Es decir, al igual que la escuadra celtiña, también dirimirá un encuentro clave en la lucha europea.

El propio Mallorca protagonizará otro, el que le enfrente al Getafe en Son Moix en la penúltima jornada liguera, en el mencionado horario unificado de este domingo.

Osasuna, en cambio, no tiene en este tramo final del campeonato liguero ningún duelo directo ante rivales que pugne por el mismo objetivo que la Real.

Y, por último, el que queda entre los teóricos contendientes que lucharán por la séptima y octava plaza, el Valencia no se medirá a ningún contendiente inmerso en esta pelea.

Duro Calendario

En lo que se refiere al calendario que le resta a la Real, además del duelo directo citado ante el Celta, deberá medirse a un equipo que ha luchado hasta ayer (que perdió el clásico ante el líder) por el título de Liga, el Real Madrid, segundo en la clasificación, en el estadio Santiago Bernabéu, donde esta misma campaña ha ofrecido una meritoria exhibición pese a caer en las semifinales de la Copa del Rey en la prórroga, en la jornada que cierra la Liga, en el último fin de semana de este mes (aún no se conoce el día y la hora porque LaLiga esperará hasta la penúltima jornada para conocer los partidos en los que hay algo en juego para situarlos de forma unificada).

Aparte de este poderoso adversario, los de Imanol se verán también las caras ante un Girona que ha pasado de pelear por Europa el ejercicio pasado a intentar alejarse de los puestos de descenso después de haberlo pasado mal durante buena parte de la temporada, motivado también por una participación en la Champions League que le ha hecho mella.

Un calendario, en cualquier caso, complicado y que exigirá mucho a una plantilla realista que ha llegado muy mermada al sprint final del curso.