No fue el baño de masas al que la plantilla de la Real Sociedad está ya habituada, con motivo de los entrenamientos a puerta abierta. La de este martes resultaba una jornada laborable, y quien más quien menos ya conocía además que varios futbolistas importantes del plantel txuri-urdin no pisarían el césped, al seguir concentrados con sus respectivas selecciones. En cualquier caso, unos 300 seguidores blanquiazules se acercaron ayer a las instalaciones de Zubieta para seguir en directo una sesión durante la que los pupilos de Imanol recibieron toda la fuerza de su hinchada. No vino mal de cara a un tramo final de curso que se va a ver igualmente marcado por el empuje de todos los realzales. Y es que el calendario dice que Anoeta tendrá mucho que decir en el desenlace de la pugna europea.

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📸 La afición disfruta del entrenamiento de la Real Sociedad en Zubieta Ruben Plaza

A día de hoy, la agenda indica que a la Real le quedan por disputar nueve encuentros de Liga, y que hasta cinco de ellos se disputarán en el estadio donostiarra. Se trata, sin duda, de una circunstancia positiva cuyo vigor se verá incrementado con el paso del tiempo. Cabe unir a esa estadística global que dos de los tres próximos encuentros tendrán lugar a domicilio, en Mendizorrotza contra el Deportivo Alavés y en el Coliseum de Getafe contra el cuadro local. Una vez que el equipo de Imanol supere esta fase cercana de partidos, con el duelo casero frente al Almería emparedado entre las citadas visitas a vitorianos y madrileños, todo pintará aún mejor en lo que respecta al factor ambiente: solo restarán seis jornadas y Anoeta será escenario de cuatro de ellas.

Doble partido

Para empezar, tocará afrontar un doble compromiso en casa, primero frente al Real Madrid y después contra Las Palmas. Hablamos, sobre el papel, de dos citas muy exigentes que con el tiempo podrían ir adquiriendo sus matices. Así sucede, por ejemplo, con la visita merengue, que se verá muy condicionada por lo que suceda en los próximos encuentros del cuadro blanco. Estos deben jugar los cuartos de final de la Champions League contra el Manchester City, y si superan la eliminatoria visitarán Anoeta justo en vísperas de la ida de las semifinales. Además, una semana antes de medirse a la Real, recibirán al Barcelona en el Clásico liguero, una muy buena oportunidad para que dejen el campeonato visto ya para sentencia.

¿Y el posterior duelo de la Real contra Las Palmas? Lo que apuntaba a posible enfrentamiento directo por Europa ha perdido algo de fuelle, vista la trayectoria reciente de los canarios. Tras ganar al Valencia el 10 de febrero, han sumado solo dos puntos de los últimos quince, y se han visto relegados a la undécima plaza. Tienen a los txuri-urdin a nueve puntos, y no puede descartarse que aterricen en Donostia sin nada en juego ya, lo cual nunca se sabe si es bueno o malo. Podría mediar cierta descompresión por su parte, una circunstancia negativa que también ha solido tener efectos positivos en plantillas de tanta calidad: sus jugadores se sueltan y causan muchos problemas al adversario.

Dura traca final

Tras recibir a Real Madrid y Las Palmas, la Real viajará a Barcelona para medirse al conjunto culé en Montjuic. Posteriormente, cuando solo resten tres jornadas, visitará Anoeta el Valencia, un equipo cuya tendencia no es tan mala como la del propio Las Palmas, pero que de momento amaga con alcanzar esa 36ª fecha lejos ya de esas posiciones europeas con las que aún sueña. Las lesiones de Diakhaby y ahora de Gayà han supuesto nuevos palos para una escuadra a la que no siempre va a salvar el meta Mamardashvili. Está donde está (octavo a seis puntos de la Real y con un partido menos) por méritos propios, pero estos próximos encuentros van a suponer una prueba de fuego para sus aspiraciones.

La última semana de competición, finalmente, apunta a muy dura para la Real: visita al Betis en primera instancia y duelo en Anoeta contra el Atlético de Madrid para cerrar el campeonato. El Benito Villamarín significa siempre una plaza complicada. También lo es medirse al cuadro colchonero, por mucho que el encuentro se dispute en casa. La contienda ante los de Diego Pablo Simeone servirá para reeditar la que, también en la 38ª jornada y en Donostia, disputaron ambos equipos en la temporada 2021-22, con victoria rojiblanca (1-2). No había nada en juego para una Real que había certificado su billete de Europa League una semana antes en el campo del Villarreal.

Es cierto que el cuadro txuri-urdin ha atravesado una sequía de triunfos caseros, rota por la victoria ante el Cádiz. Pero esto también sucedió el pasado curso entre febrero y marzo, y luego los de Imanol se mostraron sumamente fiables en Anoeta: ganaron seis de sus últimos siete encuentros en el estadio, empatando el restante con el Girona.