Mientras lo siga intentando, no le voy a poner un pero". Imanol Alguacil no dudó en elogiar a Alexander Isak en su comparecencia ante los medios en la previa del partido ante el Villarreal. El entrenador de la Real nunca ha perdido la confianza en el atacante blanquiazul pese a que su temporada, en lo que a números se refiere, no ha sido la mejor. Todo lo contrario, en realidad. Eran muchas las esperanzas que se tenían depositadas en Isak después de sus prestaciones en pasados ejercicios. Pero su aportación goleadora ha dejado mucho que desear. Oportunidades ha tenido. De sobra. Pero que si el larguero, que si el palo, que si el portero de turno, que si un mal golpeo... Todos los astros se han juntado para que la dichosa pelotita no entrara. Hasta ayer. En el día más oportuno, en el más importante, en el que la Real más necesitaba de los goles de Alexander Isak. Y la figura del sueco emergió con fuerza.

El sueco no decepcionó. Un gol suyo propició la igualada al poco de comenzar la segunda mitad. El conjunto blanquiazul se había ido al descanso por detrás en el marcado de manera injusta. Su arranque de partido fue demoledor, con oportunidades muy claras, pero Gero Rulli, o mejor dicho, una mano del argentino, impidió que Sorloth continuara con su racha goleadora.

Ni el noruego ni Isak llegaron a un envío envenenado de Zaldua al poco de iniciarse el duelo. El sueco no daba su brazo a torcer y en el minuto 14 volvió a probar fortuna, pero Rulli evitó el tanto del ariete txuri-urdin. Hubo que esperar hasta el arranque de la segunda mitad para ver a Isak saborear las mieles del triunfo, poniendo así el punto final a la sequía en la que estaba inmerso en Liga. Su último gol data del 4 de abril cuando un tanto suyo sirvió para que la Real sumara los tres puntos ante el Espanyol. Hasta el día de ayer, innumerables ocasiones perdidas, pero eso ya forma parte del pasado. Isak se reencontró con el gol en el mejor momento posible. En el día en el que la Real se jugaba su ser o no ser.

Una victoria en La Cerámica le daba el pasaporte directo a la Europa League y un tanto suyo abrió el camino de la remontada. Un servicio de Gorosabel fue remachado a la red por Isak en el segundo palo. La celebración, por todo alto. No era para menos. Han sido momentos muy duros los que ha pasado en este peregrinar por el desierto. Pero su aportación no se quedó en ese gol.

También contribuyó en el tanto que supuso la victoria blanquiazul. Un centro suyo a Sorloth terminó con el balón llegando a Zubimendi, que puso el esférico dentro de la red de la portería defendida por Rulli. Felicidad completa. 1-2. Victoria y pasaporte directo a la Europa League.