La Real lleva jugando tantos partidos que nos hemos olvidado de lo más esencial. No hay nada más importante y esencial que contar con un portero que para y un delantero centro que marque goles. Con esta fórmula muchas veces puedes ganar encuentros que incluso no mereces. Porque son dos ingredientes básicos para plasmar la superioridad ante adversarios que, sobre el papel al menos, parecen inferiores. Llevábamos mucho tiempo reclamando la aportación de los arietes blanquiazules y les estábamos discutiendo que les faltaban muchas cualidades para triunfar con la txuri-urdin más allá de que estuvieran entonados o no. Con los clásicos killers no hace falta ni analizar demasiado lo que hacen a lo largo de los encuentros si cumplen con su cometido, que es atinar con la meta contraria. Que se lo pregunten a un tal Aldridge, que apenas intervenía en el juego pero era capaz de sellar dobletes y tripletes en sus escasas apariciones. Todos coincidimos en que ni Sadiq ni André Silva han completado una buena actuación en Granada, pero han estado donde tenían que estar en el momento clave del encuentro. Y por eso han marcado las diferencias y por eso en realidad cuestan tanto dinero. Porque en teoría llevan el gol en la sangre. Si además Le Normand les enseña el camino con otra maniobra de delantero centro, pues lo normal es que el equipo acabe venciendo a pesar de completar un partido bastante pobre con muchas lagunas impropias de un aspirante a regresar a Europa.

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Real Sociedad-Granada: Las notas de Mikel Recalde Mikel Recalde

Por momentos nos ha preocupado, por momentos nos ha enfadado, por momentos no hemos entendido nada, pero la Real ha ganado y ha pescado tres puntos de oro ante un adversario y un escenario en el que se antojaba obligatorio no dejarse ninguno

Sorpresas en el once

Imanol ha vuelto a apostar por su guion habitual pese a la crisis de resultados con la que se ha presentado a la cita. El técnico solo ha introducido dos cambios respecto al equipo que cayó eliminado ante el PSG y los dos obligados. Kubo ha dejado su puesto a Turrientes y Becker a Sadiq, lo que ha conllevado un cambio de esquema para pasar al 4-4-2 con rombo en la medular. La primera parte ha confirmado la tendencia negativa de los blanquiazules. Ni han controlado el juego, ni se han beneficiado de que el campo haya estado encharcado por la lluvia en Andalucía y ni han encontrado la suficiente inspiración para marcar las diferencias e imponerse a un equipo muy luchador pero al que se le ha notado sus limitaciones en demasiadas ocasiones cuando los donostiarras han conectado un mínimo de pases

A los doce minutos, un centro de Brais, después de muchos amagos, lo ha cabeceado Zubeldia, pero Jozwiak lo ha salvado de forma milagrosa bajo palos. Solo cuatro minutos más tarde, el propio polaco ha conectado un buen disparo dentro del área que ha salvado bien Remiro y el rechace lo ha despejado Javi Galán ante la presencia de Pellistri. Es cierto que el realista ha tocado la pierna del uruguayo, pero ha sido un penalti de VAR. O mejor dicho, de laboratorio, de cámara lenta, pero Uzuni lo ha transformado y la Real ya estaba en inferioridad. Trece minutos después y sin que sucediera nada destacable, Galán ha proyectado a Brais por la izquierda y su centro medido lo ha cabeceado a la red Sadiq al aprovechar su imponente estatura. El típico remate que le hemos imaginado a lo largo de toda la temporada que no ha sido capaz de cazar ni por sus desmarques ni porque sus compañeros le hayan encontrado

Inferioridad

Con la Real aparentemente dominando la situación, Brais ha rematado suave a las manos de Batalla. Sin embargo, en el enésimo cortocircuito de los realistas, Pellistri ha hecho sangre por su banda y ha puesto en evidencia a Galán. Remiro ha salvado con su mejor parada el gol de Ruiz, pero en el descuento, en otro fallo del extremeño, Zubeldia ha despejado mal y Uzuni ha anotado el 2-1 de cabeza a un metro de la línea de gol. En el saque de centro siguiente, Merino ha probado a Batalla antes de dejarse caer de forma bastante lamentable y reincidente.

En la reanudación, la Real ha tratado de reaccionar con celeridad y fue Turrientes quien se ha echado el equipo a sus espaldas. El beasaindarra incluso ha estado cerca del gol en dos remates desde fuera del área, el segundo de falta, que ha salvado bien Batalla. También ha estado muy cerca de acertar en un taconazo de Brais a centro de Becker, que ha entrado en el encuentro junto a Silva para abordar la voltereta en el marcador. En el minuto 79, Tierney ha servido un gran centro desde su banda y Le Normand, en una maniobra de 9 puro, se ha adelantado a la zaga y ha marcado con un remate a botepronto y a bocajarro

Con el viento a favor y sin que el Granada haya dado señales de vida cerca de la meta de Remiro, salvo en alguna acción de estrategia, ha llegado la jugada del tanto de la victoria. Brais ha metido un pase interior, Turrientes ha sacado un gran disparo y Silva, que pasaba por ahí (ya era hora de escribir esta frase), ha sellado el 2-3 al marcar a puerta vacía. El linier ha anulado la jugada por fuera de juego en primera instancia, pero el VAR lo ha validado, en una acción muy importante, y es que el portugués ha sabido leer bien el posible rechace y no ha caído en ningún momento en fuera de juego. Algo que debería aprender su compañero Sadiq.

Y poco más, a excepción de un pequeño despiste atrás. Los realistas han aguantado bien su ventaja, aunque no han logrado conectar ninguna contra que hubiera supuesto la puntilla definitiva y que ha evitado los apuros y la habitual incertidumbre de última hora. 

Reacción una vez caído en Europa

Mucha gente lo olvida y no consigue terminar de creerlo, pero la Real de Imanol siempre ha reaccionado después de caer en Europa, algo que es normal que nos irrite cuando se repite en los últimos años tan pronto y empieza a competir una vez por semana. El triunfo de este sábado tiene un valor incalculable, porque se ha logrado sin Kubo ni Barrenetxea, pero con los goles de delantero centro que le han faltado y lastrado a lo largo de toda temporada. Un primer pilar para rubricar la quinta clasificación continental consecutiva que seguro que dentro de unas semanas valoraremos mucho más. Ahora todavía nos cuesta apreciar los indiscutibles claros que se han visto con tantos oscuros que continúan condicionando nuestros análisis...