La Real se llevó un buen susto en Requena en la eliminatoria ante el humilde Buñol aunque probablemente la sensación fue más acuciante que la realidad. Por un momento se aparecieron en el modesto estadio valenciano todos esos viejos fantasmas que durante un cuarto de siglo han atormentado a las diferentes plantillas txuri-urdin y a sus aficionados. Un gol de Carlos Fernández tras aprovechar un rechace a disparo de Dadíe fue suficiente para sellar el pase y, aunque en los últimos minutos los blanquiazules estrellaron dos remates en el larguero, el resultado no se movió por lo que la ventaja final resultó raquítica si se tiene en cuenta que el anfitrión era de la sexta categoría y no jugaba ni en su campo.

Imanol prefirió elogiar la épica actuación del rival antes que criticar la pobre actuación de los suyos: “El oponente, el Buñol en este caso, ha hecho un gran trabajo defensivo. Se ha dejado todo, y luego evidentemente en estos campos con el aire que hacía cuesta. No nos hemos puesto nerviosos, había muchos cambios en la alineación, tres debuts, y eliminatoria pasada, así que objetivo cumplido. Nos hubiera gustado que fuera con algo más de holgura, pero hay que felicitar también al Buñol por el trabajo que ha hecho". 

El técnico reconoció que sus jugadores habían tenido que darlo todo para evitar más sobresaltos: “Es lo bonito de la Copa, las dificultades que te encuentras, porque para nosotros es novedoso jugar en campos así. Si entras al vestuario, todos desde las cintura hasta los tobillos están ensangrentados del césped, de todo lo que han tenido que pelear. Siempre cuesta en este tipo de campos. No obstante creo que hemos tenido una muy buena actitud. Estoy contento porque creo que hemos hecho un trabajo serio, y también por el debut de los chicos. Hemos dado descanso a muchos jugadores para llegar frescos al fin de semana, así que objetivo cumplido. Ahora otra vez a cambiar el chip. Nos iremos de Requena al Reale a jugar contra el Barcelona, y es lo que tiene jugar Copa, LaLiga y Europa”. 

Aunque el técnico se alzó como el elegido al limpiar de un plumazo la mancha negra que perseguía al club durante 25 años en la competición no hay que olvidar que la temporada pasada se llevaron un susto aún mayor en la primera eliminatoria que disputaron en Talavera de la Reina ante el Cazalegas. Los castellanomanchegos llegaron a empatar el tanto inicial marcado por Robert Navarro en el minuto 68 y el técnico oriotarra no tuvo más remedio que sacar a Sorloth para que liquidara el envite con un doblete en los minutos 75 y 78 y otro tanto de Merino. Para que vean las diferencias de lo poco que expuso el oriotarra en Requena, en aquel encuentro tuvieron minutos Zubeldia, Illarramendi, Diego Rico, Gorosabel, Merino, Brais y Sorloth...

Imanol se refirió a que el césped artificial y el viento no ayudaron a que fuese sencillo competir ante el Buñol. Tampoco se puede pasar por alto que la última vez que este equipo compitió en esta superficie también pasó un mal rato. Fue en la segunda ronda disputada en Ceuta el 12 de enero de 2020, precisamente la edición que acabó ganando. Los realistas, también con muchos titulares en el verde, no pudieron marcar en una primera parte que también acabó 0-0. En los primeros minutos de la segunda parte, los locales dispusieron de una ocasión clarísima, aunque luego Sangalli, con un doblete, Januzaj y Barrenetxea acabaron certificando una goleada para entrar en los dieciseisavos de final. 

La realidad es que, sin buscar ninguna excusa, el césped no se encontraba en muy buen estado al ser de la vieja generación, bastante peor que la gran mayoría de los campos que hay en Gipuzkoa hoy en día. El mejor resumen lo dio Imanol: “Objetivo cumplido: hemos dado descanso a muchos jugadores para llegar frescos al fin de semana, hemos podido dar minutos a jugadores que normalmente no los tienen y hemos pasado la eliminatoria”. A pesar de del indiscutible sobresalto, el sueño de hacer algo grande en esta Copa del Rey se mantiene intacto.