Imanol Alguacil no ha dejado de apretarle ni al comienzo de la que está siendo su más exitoso inicio de la temporada: “Take en estos momentos podría llevar cuatro goles y cuatro asistencias, y las ha tenido, y por eso el equipo no ha sumado más puntos de los que lleva”, lanzó con veneno en su comparecencia en una habitual maniobra de motivación. El propio Kubo reconoció en los micrófonos de la Liga que tenía que ser más determinante en los instantes decisivos de los encuentros: “Este año quiero ser importante, como el pasado, pero también quiero aparecer en los momentos en los que el equipo tenga necesidad”.

Al principio del pasado curso no tuvo problemas en ponerse el objetivo de participar en 20 goles, entre dianas y asistencias: “Era una forma de apretarme a mí mismo”, explicó a este periódico. Se quedó solo a dos, con nueve tantos y nueve pases finales, aunque según él, le habían “fumado” más de uno. Pues bien, cuando aún no se ha completado ni el segundo mes de competición, el señor Take Kubo es el tercer máximo realizador del campeonato con cuatro dianas en seis encuentros solo superado por el madridista Bellingham y el atlético Morata, y con dos asistencias, además de haber sido clave en otros dos tantos más, con un pase que un defensa del Granada convirtió en gol en propia meta y con la acción en el mismo partido en la que alcanzó la línea de fondo para que luego fuera Brais quien asistiera a Zubimendi. En resumen, el patito feo de las cesiones en el Mallorca y el Villarreal se ha convertido de txuri-urdin en un cisne al haber participado en nueve de las doce dianas que ha logrado la Real. Con este dato queda todo dicho. Seguro que Imanol no tardará en pedirle aún más.

Take Kubo ante el Real Madrid EFE

Asimismo, ha sido titular en todos los encuentros, aunque solo ha completado los 90 minutos en el Santiago Bernabéu, donde después de dejar boquiabierta a su exafición solo pudo ser frenado por los locales a base de patadas, y el domingo frente al Getafe, cuando marcó gol en el primer balón que tocó en una actuación que fue claramente de menos a más hasta el punto de que acabó bailando a los viistantes junto a Brais y los tres mosqueteros (Zubimendi, Merino y Oyarzabal) que saltaron del banquillo en la segunda parte para solucionar el desaguisado. Para que se hagan una idea, a estas alturas de la pasada campaña, el de Kawasaki llevaba dos goles y dos asistencias, que tampoco estaba mal aunque él seguía martirizándose: “Tengo que dar un salto adelante hacia la portería, meterme más al área, es lo que me pide el míster y es lo que quiero aportar al equipo”.

El paso adelante ya lo ha dado. En la primera jornada y como ya sucediera el curso anterior en Cádiz, inauguró la cuenta de goles del equipo ante el Girona al rematar al primer toque un gran centro de Aihen. Ante el Celta le puso un centro perfecto con la derecha que Barrenetxea cabeceó con comodidad a la red. Contra el Granada, en la cuarta jornada también en Anoeta, selló dos tantos, uno tras un buen desmarque y carrera y el otro con su habitual rosca al palo largo que contó con la ayuda de un defensa. Luego participó en los dos citados tantos de Zubimendi y de Miki Bosch en propia meta. En el Bernabéu sirvió en bandeja otro tanto a Barrenetxea, además de que le anularon otro por un fuera de juego posicional. Y ante el Getafe, como recordarán, abrió el marcador en el primer balón que tocó y participó en el origen de la jugada del cuarto. Además de articipar en el origen del cuarto con Traoré antes de que Brais rompiera a la zaga con el pase a Merino. Por si fuera poco, no se descarta que su brillo haya iluminado a su nuevo socio Brais, que deslumbra como al inicio del pasado curso. Kubo no entiende de rotaciones...

Los 9 goles con Kubo

  • Real 1-1 Girona. Como el año anterior en Cádiz, Kubo abrió la cuenta de la Real al rematar al primer toque un gran centro de Aihen.
  • Real 1-1 Celta. El japonés puso un centro perfecto con la derecha que Barrenetxea cabeceó con comodidad a la red.
  • Real 5-3 Granada. El extremo txuri-urdin intrevino en cuatro de los cinco goles. Marcó dos tantos, uno tras un buen desmarque y carrera y el otro, con su habitual rosca al palo largo que contó con la ayuda de un defensa. Luego participó en los dos otros tantos, llegando a la línea de fondo para apoyarse en Brais quien asistió a Zubimendi y el último, de Miki Bosch en propia meta, que cortó un regalo empaquetado para que Oyarzabal también fuera feliz.
  • Real Madrid 2-1 Real. El nipón completó una actuación portentosa que arrancó sirviendo en bandeja otro tanto a Barrenetxea, además de que le anularon otro por un fuera de juego posicional. de Oyarzabal.
  • Real 4-3 Getafe. Kubo abrió el marcador en el primer balón que tocó y participó en el origen de la jugada del cuarto al combinar con Traoré antes de que Brais rompiera a la zaga con el pase a Merino la diana que acabó logrando Oyarzabal.