La afición de la Real ya guarda armas para el partidazo de esta tarde en el Estadio Olímpico, aunque los problemas que han ocurrido en torno al punto de encuentro de aficionados y aficionadas ha enfadado a más de uno, al punto de empañar algo lo que es un gran día: “Ambiente de prepartido, de partido grande, no hay”.
Anunciada la Piazza di Spagna como enclave neurálgico, a media mañana la zona designada ha variado a la Piazza di Popolo y desde allí, las fuerzas de seguridad italianas han trasladado a los distintos grupos realistas a Villa Borghese, un gran parque del centro de Roma. Ya el primer cambio, motivado al parecer por los incidentes que algunos denominados aficionados neerlandeses generaron en la Piazza di Spagna en las horas previas al Lazio-AZ Alkmaar, ha supuesto en palabras de Saúl, un aficionado realista desplazado a Roma, que “muchos aficionados de la Real no se hayan enterado del cambio y los que se han enterado, estaban ya comiendo”.
Habitual en estos viajes, el presidente realista, Jokin Aperribay, se ha acercado a la afición realista junto a otros miembros del Consejo, como el vicepresidente, Ángel Oyarzun, o el consejero Fermín Altuna, entre otros. Aun así, la estrella indiscutible de la mañana ha sido Txurdin, la mascota a la que la Real ha decidido traerse a Roma y que, a diferencia de los aficionados realistas, a los que la Policía dura y estricta ha impedido entrar en la señalada plaza con distintivos blanquiazules, ha podido grabar una simpática escena para las redes sociales bajando la famosa escalinata.
El propio mandatario ha tenido un recuerdo a primera hora de la mañana a todos esos aficionados que no han podido desplazarse a Roma y a aquellos que procuraban no desfallecer en el intento. No ha sido un viaje sencillo para bastantes, que se han visto afectados por la huelga de los controladores aéreos franceses.
Desde primera hora de la mañana, decenas de aficionados que habían podido llegar a Roma han aprovechado para conocer destacados lugares como el Foro romano y el Coliseo, donde han coincidido con un grupo de escolares vizcainos, de los que algunos llevaban camisetas del Athletic. Ha sido para muchos el punto de partida de una ruta que al principio les iba a llevar a la Piazza di Spagna pero al final les ha dirigido a la Piazza di Popolo. En ese trayecto, algunos, además, se han podido encontrar con Miguel Ángel Moyà, que se encuentra en la Ciudad Eterna como comentarista del partido de esta noche en Movistar+. Otro de los ilustres que se han podido topar ha sido el director de cine Álex de la Iglesia, que ha tenido una paciencia infinita en posar con todos los txuri-urdin que le reclamaban una instantánea.
Ya en la Piazza di Popolo se han ido dando cita decenas de aficionados, hasta que los carabinieri han dado orden de agruparse y al rato, han empezado a conducirlos fuera de la plaza. “Eso ha partido el grupo que éramos, porque había gente que estaba aprovechando para comer en restaurantes y bares de al rededor”, lamentan los seguidores realistas, que explican cómo a ese primer grupo, ya fuera de la gran plaza, le han seguido “otros dos o tres, y a los 25 minutos, caminando casi un kilómetro por el arcén” les han dirigido a la zona de la Fontana della Peschiera, a escasos metros desde donde partirán los autobuses-lanzadera para el Estadio Olímpico.
“Es como si cuando vayan los aficionados de la Roma a Donostia los tienen retenidos en Illunbe. Pues es lo que hay...”, han constatado los seguidores en unas horas previas en las que no había "mucho ambiente de prepartido: la gente está enfadada, porque aquí no hay ni servicios, ni qué comer, ni nada. Cuando hemos llegado había más policía que gente de la Real", han lamentado los aficionados realistas, circunstancia de poco ambiente que a medida que se acerque la hora del partido, con más gente en el ámbito de Villa Borghese camino a los autobuses, seguro que cambiará: todo aliento será necesario para que el equipo de Imanol consiga un buen resultado.
