La Real recibe al Omonia en la segunda jornada de la Europa League después de su triunfal estreno en Old Trafford. La derrota en Getafe y la terrible lesión de Sadiq han pinchado el globo de la euforia txuri-urdin, que tiene la obligación de vencer a los chipriotas. Con el triunfo en Inglaterra, sus opciones de quedar primera de grupo se han multiplicado, aunque pasan por ganar los cuatro encuentros frente a los dos rivales menos poderosos del grupo porque el United no va a volver a fallar. Si todo transcurre con normalidad y la Real tampoco se deja puntos por el camino, los dos equipos se disputarán el pasaporte directo a los octavos. Un tema que no es baladí si tenemos en cuenta su bagaje en las eliminatorias en el Viejo Continente.

Los realistas no se fían de un Omonia que no pudo comenzar peor la competición al caer en casa por 0-3. Volver a vencer sería la mejor medicina para un equipo que lleva una semana negra en la enfermería con las lesiones de Sadiq y Ander Martín, que pasarán por el quirófano, y con las molestias que no supera Barrenetxea, lo que le va a obligar a parar y pasar consulta en Finlandia. En total son seis bajas, ya que hay que sumarles a Oyarzabal, Carlos Fernández y Le Normand. Un balance dramático.

Imanol hará cambios seguro en todas las líneas. En la portería seguirá Remiro, con Gorosabel, Aritz, Pacheco o Zubeldia y, probablemente, Rico por delante. En la medular se da por seguro que descansa Zubimendi, por lo que entrará Illarramendi o Guevara. Merino y Brais son casi intocables y Silva podría regresar a la mediapunta. Arriba Cho y Sorloth, sin descartar a Kubo en la mediapunta o como segundo delantero o el estreno de titular de Robert Navarro.

El Omonia cuenta con pocos nombres conocidos en sus filas. Sus dos jugadores más desequilibrantes son el extremo brasileño Bruno y el carrilero en la banda izquierda, el checo Lecjaks.