Por fin Sola. Nadie podía imaginar que, después de su deslumbrante irrupción en el primer equipo el 16 de febrero de 2019 ante el Leganés en Anoeta, hubiesen tenido que pasar más de tres años para que el donostiarra se hiciese con un hueco definitivo en el primer equipo de la Real. El club confirmó ayer con una entrevista en su página web que el donostiarra heredará el 2 que deja libre Joseba Zaldua, al que abrió la puerta para que se marchara al Cádiz.

La noche de su estreno, Sola solo tenía 19 años. Ese verano de 2019 se las prometía muy felices cuando completó la pretemporada a las órdenes de Imanol, con el que había coincidido en el Sanse y que le había dado la alternativa. Sin embargo, el oriotarra decidió que se quedaran Zaldua y Gorosabel y fuese él quien saliera cedido al Numancia. Su campaña estaba siendo muy fructífera, ya que incluso estaba demostrando polivalencia al jugar muchos encuentros de lateral izquierdo y de extremo en ambas bandas, hasta que en una acción desafortunada se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha. Era el 4 de julio de 2020. No volvió hasta el 7 de abril del año siguiente, en un Sanse que estaba ya con un pie en la fase de ascenso a la categoría de plata, hazaña a la que contribuyó como protagonista en Almendralejo.

Con el filial ya en Segunda, Sola pretendía derribar la puerta del primer equipo, pero en otra bofetada del destino, en el estreno liguero también frente al Leganés, se rompió el menisco de su rodilla operada. Tardó cuatro meses en reaparecer. Lo hizo a buen nivel, lo que le permitió disputar otros dos partidos con el primer equipo ante Osasuna y en Mallorca. El club por fin le ve preparado. Por falta de condiciones no va a ser. La Real tiene un nuevo 2...