Las cuentas resultan muy claras. Ahora mismo la Real Sociedad es segunda en la clasificación de la primera división femenina con 59 puntos, después del importante triunfo sumado ante el SevillaSevilla este sábado. Y todo apunta a que el cuadro txuri-urdin afrontará las tres últimas jornadas con seis de renta sobre un pelotón perseguidor que integrarían Atlético de Madrid, Granadilla y Real Madrid, si las merengues ganan el miércoles su duelo aplazado contra el colista Rayo Vallecano. Si las chicas de Natalia Arroyo suman una victoria y un empate en lo que resta de Liga, se irán ya a los 63 puntos, cifra inalcanzable para sus rivales. Es la tasación actual del sueño de la Champions League.

Si la situación ya resulta prometedora a nivel meramente matemático, lo es aún más si analizamos los calendarios de todos los equipos implicados en la pelea, incluido el guipuzcoano. La Real debe jugar dos partidos en casa y solo uno a domicilio. Además, sus duelos como local se antojan asequibles, contra adversarios sin nada en juego a estas alturas del campeonato. Las txuri-urdin recibirán el 1 de mayo al propio Rayo Vallecano, que ya ha certificado su descenso y solo ha sumado once puntos en 27 jornadas, y cerrarán el torneo en su feudo y contra un Alavés que ha confirmado la permanencia este fin de semana.

Ganar uno de estos dos encuentros y empatar el otro significaría automáticamente la consecución del objetivo, pero el partido de la 29ª jornada que la Real disputará a domicilio en el campo del Granadilla no deja de significar otra gran oportunidad. Visitar a las canarias, cuartas a seis puntos de las de Natalia Arroyo, siempre resulta complicado, pero el duelo del próximo 8 de mayo significa igualmente una puerta abierta para eliminar al propio Granadilla de la ecuación. El cuadro tinerfeño perdió en Zubieta en la primera vuelta (3-0), por lo que empatar en las islas aseguraría terminar el campeonato por delante del cuadro local. En lo que respecta a los averages con los otros dos rivales directos, las noticias son buenas y malas: está ganado con el Atlético de Madrid y perdido con el Real Madrid.

Parece improbable, en cualquier caso, que la Liga concluya con empates a puntos. Primero, porque la Real lo tiene todo a su favor para conseguir los resultados que necesita. Y segundo, porque los rivales directos afrontan calendarios más bien exigentes. El Atlético de Madrid aún debe visitar al Levante y al Barcelona. El Granadilla tiene que jugar todavía contra el Athletic, contra la propia Real e igualmente contra el Levante. Y quizás parezca más asequible la agenda del Real Madrid, cuyos últimos adversarios van a ser, por este orden, Rayo, Madrid CFF, Valencia y Villarreal. Seguro que en el vestuario blanquiazul, pese a ser conocedoras de todas estas circunstancias, ponen el foco en el trabajo propio. Depender de sí mismas es una gran ventaja.

Los premios europeos en el fútbol femenino se distribuyen de forma distinta a la del masculino. Para empezar, aquí la UEFA solo organiza una competición de clubes, la Champions League. De este modo, el cuarto clasificado de la primera división femenina se queda sin premio continental, accediendo al único torneo existente los tres primeros. El orden de clasificación resulta, en cualquier caso, muy importante, de ahí la relevancia de que la Real sea, en caso de sellar el pasaporte, segunda mejor que tercera.

El campeón (Barcelona) accede directamente a la fase de grupos. El segundo solo debe disputar una ronda previa, en septiembre y a doble partido. Y el tercero, mientras, juega dos eliminatorias previas: una final four (semifinales y final a partido único) en agosto que solo vale ganar, más la mencionada ronda de septiembre.