Ryan, como sucediera en los dos anteriores partidos de Copa, volvió a colocarse bajo palos. Y menos mal. Una parada suya, a última hora, evitó que el partido se fuera a la prórroga. Un fallo de Diego Rico en el minuto 92 a punto estuvo de convertirse en el empate a tres. Sin embargo, el australiano le adivinó la intención a Sabin Merino, que con la derecha buscó un disparo muy complicado para el portero, pero la respuesta de Ryan fue magnífica, quedándose el balón, ante los gestos de desesperación del futbolista del Leganés, que no se creía la parada del portero de la Real. Rico, muy desacertado durante todo el partido, cometió un error de principiante. Naim García le robó la cartera, condujo hasta el vértice del área y su pase atrás llegó a Sabin, pero ahí estaba Ryan para desbaratar la última ocasión del Leganés.

No fue la única parada de mérito. En el 76’, le quitó la gloria a Rubén Pardo, que, con la izquierda, le buscó las cosquillas a Ryan, pero este respondió de la mejor de las maneras. El portero de la Real se mostró muy seguro, tanto por abajo como por arriba, pero nada pudo hacer para evitar los dos goles de Juan Muñoz.