- La sala de máquinas es uno de los habitáculos más efectivos y fiables de esta Real Sociedad. Zubimendi, Merino y Silva acostumbran a formar en ella un trío de auténtico lujo que, sin embargo, el partido europeo del jueves contra el Mónaco se llevó por delante. Navarro y canario se lesionaron y causarán baja en los próximos encuentros, lo que va a obligar al cuadro txuri-urdin a cambiar piezas claves en su motor. Ambos centrocampistas concluyeron lesionados la pasada final de la Copa del Rey, el 3 de abril contra el Athletic, y el cuadro de Imanol Alguacil compitió sin ambos por espacio de cinco jornadas ligueras, hasta la reaparición del de Arguineguín. Durante este tramo del campeonato, sumó dos victorias (ante Celta y Eibar), empató dos partidos (contra el propio Athletic y el Valencia) y cayó derrotada en Anoeta frente al Sevilla. Sumó ocho puntos de quince, una buena marca.

La situación de los dos interiores titulares de la Real tiene mucha relevancia, pero no deja de suponer un ingrediente más en el panorama general que ahora mismo dibuja el plantel. Silva y Merino se suman en la enfermería a Nacho Monreal y Carlos Fernández. Luego está el caso de Alexander Isak, quien sufrió en Mónaco una torsión de tobillo que obligó a sustituirle. El sueco se puso a prueba durante el entrenamiento de ayer, pero el resultado de ese ensayo general no se conocerá hasta hoy mismo. Isak es oficialmente duda para jugar contra el Espanyol, existiendo la opción de que integre finalmente una lista de bajas que completa Aritz Elustondo. Expulsado frente al Valencia, el beasaindarra cumplirá esta tarde el primero de los dos partidos de sanción que le han impuesto como castigo. Imanol dispone de 22 o 23 futbolistas para encarar este encuentro, contabilizando aquí a Jon Guridi y Asier Illarramendi y a Julen Lobete, que fue llamado para participar en el entrenamiento de ayer. Guridi e Illarra no se vistieron de corto el jueves, al salir aún de sus respectivas lesiones. Pero sus respectivos regresos a una convocatoria podrían producirse por fin hoy, tres meses después de las lesiones que sufrieron en agosto.

A la Real se le caen para visitar Cornellà-El Prat tres futbolistas que fueron titulares en el último partido. Y, además, el hecho de que el encuentro ante el Mónaco se disputara el jueves por la noche, sin apenas tiempo para la recuperación posterior, lleva casi al extremo un caldo de cultivo que apunta a notoria metamorfosis en la alineación de Imanol. El oriotarra podría variar ante el Espanyol al portero (Remiro por Ryan), a los laterales (Gorosabel por Zaldua y Diego Rico por Aihen), a un central (Zubeldia por el sancionado Aritz), a los dos interiores (Guevara y Oyarzabal por Merino y Silva), a un extremo (Portu por el citado Oyarzabal) y al delantero centro (Sorloth por el tocado Isak, independientemente de si este se viste o no de corto). El propio técnico declaró ayer que otra opción reside en modificar el esquema, lo que termina de completar un rompecabezas de difícil resolución. Lo cierto es que, pese a la cantidad y calidad de las bajas, la Real sigue pudiendo confeccionar un once de muy buen nivel.

Enfrente de los txuri-urdin estará hoy un Espanyol que sabe muy bien lo que son las inercias. Hoy en día, descender de Primera a Segunda supone en el corto plazo una oportunidad casi única para volver a la máxima categoría, por aquello de las ayudas de la Liga. El club perico las aprovechó para retener en su plantel a futbolistas sobresalientes, ascendió y ahora, parafraseando a Imanol Alguacil, avanza firme mientras surfea una ola de dimensiones considerables. Los de Vicente Moreno afrontan la cita con la Real tras perder de forma muy injusta el derbi de la semana pasada en el Camp Nou contra el Barcelona. Pero, tal y como apuntó ayer el mismo técnico oriotarra, la derrota en el feudo culé no debería afectar a un Espanyol reconocible e inmerso en una buena dinámica general. El lateral derecho Óscar Gil se pierde el partido por lesión. Y David López y Dimata pueden sumarse a la lista de bajas. El conjunto catalán viene empleando un sistema 4-1-4-1 que en el encuentro con los blaugranas mutó en fase defensiva a 5-4-1. Quien así lo permitió, sin embargo, fue el movimiento del mismo David López, quien hoy podría dejar su sitio en la medular perica al albanés Bare.