- Mucho se está hablando de las lesiones en este arranque de temporada. ¿Cuál es su opinión?

-El problema es que nos encontramos en una situación en la cual la densidad competitiva es bastante alta, con semanas de competición en las cuales tienes que jugar tres partidos. Y ya si te vas a equipos que tienen competición europea, e internacionales, los jugadores acaban con un volumen bastante alto. Esa densidad competitiva exige centrarte en generar un buen trabajo de recuperación e intentar meterle un estímulo de trabajo a esos jugadores que no han tenido este volumen competitivo. Porque en poco tiempo vas a volver a tener un estímulo de competición. Cuando hablamos de esto, nos referimos al estímulo que más carga de estrés genera en el jugador. Todo lo que sea generar más factores de estrés hace que haya más posibilidad de sufrir una lesión. Tenemos que centrarnos, dentro de las herramientas de trabajo que tenemos, en cómo reducir ese riesgo y qué estrategias utilizar para reducir el riesgo.

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¿Se puede reducir ese riesgo?

-A la base del trabajo de fuerza cada vez se le da más importancia porque trabajamos con deportistas o atletas, y este debe ser el pilar para reducir el riesgo lesional junto con las estrategias de recuperación. Los clubes cada vez están invirtiendo mucho más en diferentes departamentos de trabajo, precisamente para esto. Cada vez se está introduciendo más tecnología y más herramientas para que los equipos puedan recuperarse antes. Estamos hablando de estrategias de recuperación como crioterapia o presoterapia, que favorecen también la recuperación, sin olvidarnos de los departamentos de fisioterapia y médicos. Cada vez se lleva más control de la alimentación, del descanso. Todo esto también nace de cara a esa respuesta para poder reducir ese tiempo de recuperación. El riesgo existe, pero lo que hay que intentar es reducirlo, conocer las variables que se nos presentan y, a partir de ahí, reducirlo con las herramientas que nos encontramos. Hace 20 años, cuando el estímulo de competición era uno a la semana, los equipos no tenían tanta densidad competitiva, pero aún así había lesiones. Aumentar ese volumen y esa densidad hace que haya más trabajo a realizar.

Entre los jugadores que ya estaban lesionados y los que se han lesionado esta jornada, hay cerca de 80 futbolistas en el dique seco.

-Es una cifra bastante relevante. Es cierto que se han jugado solo cinco jornadas, pero ¿cómo han sido estas cinco jornadas? Hay que abrir un poco más el espectro. Es verdad, son cinco jornadas, pero muchos equipos no han tenido la posibilidad de tener una semana entera para poder desarrollar el trabajo debido a compromisos internacionales, partidos entre semana...

¿Cree que los jugadores tienen el descanso necesario?

-Está claro que cuando nos encontramos con esta densidad competitiva alta, el tiempo de recuperación, el espacio de cara al descanso, no es el deseado. Pero hoy en día el jugador cada vez se cuida más, el jugador invierte más en esa recuperación, no solo con las herramientas que le da el club. Eso también es recuperación. Vuelvo a lo de antes. Cuando me refiero al estrés, me refiero al nivel que se genera en el cuerpo. Ese estrés genera un estrés mecánico, un estrés fisiológico y también uno psicológico. El descanso en la actualidad es una pieza importante de ese proceso de recuperación. Los clubes invierten más, pero hay semanas en las que te encuentras tres partidos por semana y te centras en que el jugador recupere bien, descanse bien para que esté en las mejores condiciones posibles para afrontar el siguiente encuentro.

¿Está de acuerdo con los que opinan que este ritmo de competición está ‘matando’ al fútbol?

-Es un tema mucho más complejo de lo que parece. Tenemos que adaptarnos a las exigencias marcadas por la competición y utilizar toda estrategia para disponer de todos lo jugadores en las mejores condiciones posibles para competir. No hace mucho tiempo atrás, entre competición europea y la Liga, estábamos entorno a unos 50-60 partidos. Y nos referimos a equipos que llegaban a alguna final. Hemos pasado a que hoy en día en la mayoría de equipos, entre todas las competiciones, hay jugadores que llegan a volúmenes por encima de los 70 partidos. Y si además tienen jugadores internacionales, incluso hay casos de 100 partidos. La carga actualmente es mucho mayor. Y eso ha hecho que los clubes hayan tenido que invertir mucho más en cuidar más al futbolista. Se invierte mucho dinero para que el jugador intente llegar en las mejores condiciones posibles al partido y eso, al final, es función de todos.

“Cada vez se está introduciendo más tecnología y más herramientas para que los equipos puedan recuperar antes a sus jugadores”