Jon Ansotegi ha vivido este domingo una jornada de auténtica locura. Es probable que no haya dormido mucho en el hotel de A Coruña, tras una tarde de sábado repleta de adrenalina. Primero supo que iba a entrenar al primer equipo de la Real Sociedad durante una semana, con dos partidos en el horizonte contra Eldense y Levante. Y después vivió desde el banquillo el muy meritorio triunfo del Sanse en el campo del Deportivo. Después de una noche corta de sueño, ha madrugado y ha emprendido el viaje de regreso a Donostia junto a Imanol Agirretxe. Les esperaba a ambos un día de entrenamiento, a sólo 48 horas del importante debut. No han podido contar con los cuatro lesionados (Rupérez, Yangel, Óskarrson y Oyarzabal) ni con los renqueantes Barrene y Sadiq.
El club ha retrasado la sesión preparatoria de este domingo. Inicialmente prevista para las 11.00 por Sergio Francisco, ha arrancado finalmente a las 16.30, para que Ansotegi llegara a tiempo y pudiera prepararla en condiciones. Todo ha ido muy rápido durante los últimos meses para el técnico vizcaino (Berriatua, 1982), a quien en mayo asignaron el banquillo del Sanse sin haber ejercido nunca de entrenador, ni siquiera con equipos de alevines o infantiles. La respuesta del propio Ansotegi, sin embargo, está resultando excepcional, por números (tiene al filial fuera de la zona de descenso con 21 puntos tras 18 partidos) y por rendimientos, con futbolistas ofreciendo un nivel altísimo y con un equipo sobreponiéndose constantemente a bajas muy importantes.
El de Berriatua, ex jugador de Real, Eibar y Mallorca, ingresó en el organigrama de Zubieta nada más colgar las botas e integró luego el cuerpo técnico de Imanol Alguacil durante la larga segunda etapa del oriotarra al frente del equipo. Su siguiente paso, este pasado verano, consistió en ser nombrado como entrenador del Sanse, antes de que el filial certificara su ascenso. Y ahora podrá presumir de haber llegado a dirigir al primer plantel txuri-urdin con sólo 18 partidos oficiales en su bagaje como entrenador.
El entrenamiento
Emociones y circunstancias al margen, Ansotegi se ha visto obligado este domingo a abstraerse de todo el ruido exterior y a vestirse de corto para dirigir un entrenamiento importante, el penúltimo antes de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Como tiene que hacer cualquier entrenador a la hora de preparar un partido, el vizcaino ha mirado a la enfermería y ha lamentado no recuperar de momento a ninguno de los cuatro futbolistas que se perdieron por lesión la derrota del viernes contra el Girona: Iñaki Rupérez, Yangel Herrera, Orri Óskarsson y Mikel Oyarzabal.
Ander Barrenetxea, que tuvo que ser sustituido al descanso en el último partido, se ha ejercitado al margen. Y lo mismo ha sucedido con Sadiq Umar, aquejado de molestias en el aductor. Veremos si ambos entran hoy en la convocatoria.