El Gobierno español ha enfriado bastante la opción de Ezkio para conectar la 'Y' vasca con el ramal navarro del TAV. En una reciente respuesta parlamentaria, el Ejecutivo central informa de que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha finalizado el estudio de viabilidad funcional y explotación y que ambas opciones, tanto la del trazado guipuzcoano como la de Vitoria son “viables”. Sin embargo, matiza el Gobierno, la conexión de Ezkio provocaría dificultades de explotación y limitaciones en cuanto a tráficos futuros. Además, el Gobierno reconoce que no puede “garantizar” sin una “campaña geotécnica mucho más intensa” que no resulten afectados los acuíferos de la sierra de Aralar.
En la respuesta, fechada el 21 de noviembre, el Gobierno central informa de que el Ministerio redacta en estos momentos un estudio informativo complementario entre Pamplona y Alsasua, tramo que dice que es común tanto a la opción de Ezkio como la de Vitoria. Esto es algo que ha generado cierta polémica también entre los expertos, porque algunos ingenieros de caminos ya denunciaron que, en caso de que la alta velocidad concurra por una vía común hasta Alsasua, la salida por Ezkio ya sería prácticamente imposible de llevar a cabo por los radios de giro que necesita el tren.
Los problemas de Ezkio
Finalizado el estudio de explotación y con el ok para ambas opciones, el Gobierno matiza que la de Ezkio “obliga a determinadas circulaciones a realizar inversión de marcha y cizallamiento de las vías, lo cual dificulta la explotación y limita las posibilidades de crecimiento de tráfico a futuro”. Además, continúa el Gobierno, “la alternativa por Ezkio discurre por un macizo potencialmente kárstico y, aunque se han realizado nuevos trazados con una afectación significativamente menor (en referencia a la opción propuesta por Navarra en 2018), no es posible garantizar sin una campaña geotécnica mucho más intensa que no resulten afectados los acuíferos”.
Por eso, “hasta que se disponga de todos los datos para tomar una decisión final, se está avanzando en el tramo común a las dos alternativas, entre Pamplona y el entorno de Alsasua”. En este tramo “la campaña de sondeos se ha concluido” y continúan el resto de trabajos de cara a pedir la autorización de impacto ambiental. En todo el proceso, destaca el Gobierno central, la “colaboración con el Gobierno de Navarra está siendo fluida y fructífera”, tanto “a nivel político como a nivel técnico”, especialmente en la campaña de sondeos recién terminada.
Precisamente, la campaña de sondeos recién terminada generó polémica desde el principio, desde que en febrero de este año el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, dijera que el Ministerio las iba a llevar a cabo con expropiaciones si fuera preciso.
Adjudicación de las catas
Los sondeos no contaron con la colaboración de muchos ayuntamientos de la zona, reacios a la afección que puede tener la obra a sus pueblos, y fueron vigilados muy de cerca por varios actores. Entre ellos la Diputación de Gipuzkoa, cuya diputada general, Eider Mendoza, criticó que los sondeos del Ministerio no iban encaminados a explorar la opción de 2018, sino otro trazado alternativo. Para Gipuzkoa, la salida de Ezkio es “de vital importancia” porque “está en juego el futuro de Gipuzkoa”, apuntaron.
El propio Santano informó entonces que las catas tenían como finalidad explorar una opción que no atravesara Aralar, sino que bordeara el macizo, algo que Mendoza no tenía nada claro porque las autorizaciones de las catas sí que preveían atravesar Aralar.
En cualquier caso, el pasado setiembre Santano, aseguró que las catas en Aralar "están en marcha", por lo que ha reiterado que el informe sobre la conexión de la Y vasca con Navarra estará finalizado en la próxima primavera.