- Tres días después de haber vivido el fútbol en su máxima expresión, saboreando todo un título, se antoja hasta frívolo hablar aquí de economía y finanzas. Pero dibujar el panorama de forma completa exige tratar el asunto monetario, pues en él también reside parte de la importancia de entrar en las competiciones europeas. La afición mira ilusionada a las mismas, como resulta lógico. Jugar en el continente siempre es especial, y los meses de octubre, noviembre y diciembre, cuando se disputarán las liguillas, aportan la esperanza de que para entonces ya se pueda viajar con el equipo. Sin embargo, también hay que destacar que, en tiempos de pandemia, los ingresos extra de la UEFA resultan un bálsamo de valor incalculable para las arcas de un club.

Si rebobinamos tres años y miramos a la temporada 2017-18 (las cifras de la actual temporada no han sido anunciadas aún), vemos cómo aquella Real de Eusebio que fue eliminada por el Salzburgo en dieciseisavos de final ingresó 9,6 millones de euros con motivo de la Europa League. 5,1 correspondieron a los premios relativos a sus resultados sobre el césped, y los 4,5 restantes al conocido como market pool, un guarismo que varía en función del mercado televisivo de cada país. No hace falta ser muy ducho en matemáticas para concluir que los números comentados paliarían en torno al 50% de las pérdidas anuales en las que la Real tasó el pasado curso los efectos de la crisis sanitaria. Entonces habló de que se dejaron de ingresar 20 millones por culpa del covid.