- La Real no atraviesa su mejor momento de la temporada. Desde que el pasado 22 de noviembre ganara en Cádiz (0-1) firmando un muy buen partido, solo ha logrado una victoria en doce encuentros, estadística que lleva a afrontar ahora la Supercopa desde una perspectiva más pesimista que hace solo unas semanas. El panorama, sin embargo, no debe ocultar lo cerca que tienen los txuri-urdin la conquista de un título oficial. Están a solo 180 minutos de ampliar su palmarés 33 años después de la Copa de 1987. Durante todo este período, solo en cuatro ocasiones se habían visto en situación semejante. La actual es la quinta y merece un ejercicio de fe y confianza en las posibilidades del equipo, simplemente por lo mucho que ha costado llegar hasta aquí. El Barcelona espera mañana en semifinales (21.00 horas en El Arcángel de Córdoba).

La final pendiente contra el Athletic, programada para el 4 de abril, deja en el aire el desenlace de una de las cuatro oportunidades citadas. Las otras tres, mientras, resultaron fallidas, comenzando por la inmediatamente posterior al último título de la historia del club. Lanzada por la conquista copera de la temporada anterior y por una muy buena actuación en la Liga, la Real 1987-88 se plantó en una nueva final. Para ello tuvo que medirse en las semifinales al Real Madrid, a quien superó en la ida en Atotxa (1-0). La gloria, como ahora, se encontraba a 180 minutos, y el resto de la película aportó dos episodios de sabor muy distinto. Por un lado, el recordado 0-4 en Chamartín, en el encuentro de vuelta. Y por otro, de nuevo en el Bernabéu, la derrota ante el Barcelona (1-0) en el duelo decisivo. El gol de Alexanko tras un rechace de Arconada decidió una final marcada también por el posterior fichaje de Bakero, López Rekarte y Txiki Begiristain por el conjunto culé. Aquel mismo verano pusieron rumbo a la Ciudad Condal.

Sucedió en 1988. Y tuvieron que pasar quince años más para que la Real viera tan cerca la conquista de un título, la Liga en este caso. Durante la campaña 2002-03, el equipo entrenado por Raynald Denoueix fue subcampeón después de rozar el tercer entorchado de su historia. Los txuri-urdin lo tuvieron en su mano, incluso después del varapalo que supuso empatar contra el Valencia en Anoeta, en la antepenúltima jornada. Y es que a dos partidos del final del campeonato seguían dependiendo de sí mismos. Restaban la visita al Celta y el partido de casa contra el Atlético de Madrid: dos triunfos eran sinónimo de Liga. Pero la derrota en Balaídos les condenó a una improbable carambola sobre la bocina que nunca se produciría, ya que el Real Madrid hizo sus deberes batiendo al Athletic en la última jornada. Concluyó el curso, y la Copa del Rey de 1987 seguía siendo el último trofeo en ingresar en las vitrinas de la entidad.

Dice el refrán que a la tercera va la vencida, pero tal máxima no pudo cumplirse, once años después del subcampeonato liguero. En la temporada 2013-14, con Jagoba Arrasate a los mandos del equipo, la Real alcanzó unas semifinales de la Copa por primera vez desde la citada experiencia de 1988. Los txuri-urdin eliminaron a Algeciras, Villarreal y Racing antes de quedar emparejados con el Barcelona, en un duelo a doble partido marcado por lo sucedido en la ida del Camp Nou. Una falta de Mascherano a Vela con 0-0 en el marcador y que habría supuesto penalti y expulsión del argentino no fue decretada por González González, quien poco después expulsaría a Iñigo Martínez por protestar. Los culés terminaron ganando 2-0, obligando a una remontada en Anoeta que no pudo producirse (1-1). Sí, antes del partido de vuelta el título estaba también a 180 minutos, pero quizás sea esta la ocasión en la que más lejos se vislumbraba.

Porque la gloria sí se olía el pasado 4 de marzo en Miranda de Ebro, donde la Real encaró la vuelta de las semifinales de la Copa con la ventaja del 2-1 previo en Anoeta. El Mirandés había completado una gran actuación en Donostia, llevando a su estadio la eliminatoria viva, pero lo cierto es que el desenlace de la confrontación terminó teniendo poca historia. Los de Imanol impusieron su ley en Anduva, apenas sufrieron y además jugaron más de medio partido con la tranquilidad que les dio el gol de penalti de Mikel Oyarzabal, dando continuidad a una película cuyo desenlace aún no conocemos. La final prevista para la primavera supone ahora mismo la mejor oportunidad de la que dispone la Real para conquistar un título. Pero no se trata de la más cercana. Mañana arranca la Supercopa, un campeonato que resultará difícil ganar pero que sitúa a los txuri-urdin lo suficientemente cerca de levantar un trofeo como para evitar encarar la cita desde una mentalidad negativa. La historia del club dice que alcanzar momentos como el actual no resulta ni mucho menos sencillo.

Banquillos. Durante los últimos meses y semanas vienen sucediéndose las estadísticas y los datos relativos a la buena trayectoria de Imanol Alguacil como técnico de la Real Sociedad. El entrenador oriotarra también sale bien parado en lo que respecta a la aproximación a posibles títulos, pues es el único que repite presencia en las cinco oportunidades reflejadas en estas líneas. La final copera de 1988 se disputó con John Benjamin Toshack como preparador txuri-urdin. La Liga de 2003 se escapó pese al gran trabajo de Raynald Denoueix en el banquillo blanquiazul. Y posteriormente las semifinales de la Copa del Rey en 2014 se disputaron con Jagoba Arrasate dirigiendo al equipo. Imanol, por su parte, puede presumir de haber clasificado a la Real para la final de La Cartuja ante el Athletic (aún pendiente), y también de optar esta semana al logro de un título oficial como la Supercopa.

El pasado marzo, la pandemia lo detuvo todo a un mes escaso del decisivo derbi de La Cartuja, que apunta a recuperarse el 4 de abril

La semifinal de 2014 ante el Barcelona concluyó sin emoción, pero todo habría sido distinto de señalarse el penalti de Mascherano a Vela

La final de Copa de 1988 en el Bernabéu y la derrota de Vigo que frustró la Liga en 2003 aún escuecen; la Real rozó ambos títulos