- Tras poco más de una semana de entrenamientos individualizados, sesiones que sirvieron a los futbolistas para retomar el contacto con las botas y el césped, la primera plantilla de la Real inauguró ayer la segunda fase de sus entrenamientos. El equipo se ejercitó en las instalaciones de Zubieta dividida en grupos de un máximo de diez jugadores, y ya con Imanol Alguacil supervisando el trabajo desde el mismo césped. Los protocolos de la Liga establecieron el fin de semana que todos los equipos del campeonato (Primera y Segunda División) comenzaran a entrenarse ayer del mencionado modo, independientemente de la fase que sus respectivos territorios vivan en la desescalada.

Gipuzkoa, por ejemplo, pasó a la fase 1 hace hoy ocho días. Y entonces la Real tuvo que seguir ejercitándose de forma individualizada. Los pasos los marca la propia Liga, cuyos dirigentes han establecido ahora que las sesiones puedan desarrollarse en grupos reducidos. Así trabajan, por ejemplo, clubes como el Real Madrid, el Barcelona o el Valladolid, cuyas ciudades se encuentran ancladas en la fase 0. La hoja de ruta que manejan los organizadores del campeonato no es pública. Pero los dirigentes de la Liga piensan en prolongar solo por espacio de esta semana la etapa de entrenamientos reducidos, para pasar ya el lunes que viene al período de los entrenamientos ordinarios.

Una vez reiniciados estos, quedarían tres semanas para preparar un hipotético regreso de la Liga el fin de semana del 13 y 14 de junio, lapso durante el que el asunto de las concentraciones se ha reducido a una recomendación de la Liga. Los documentos iniciales apuntaban a la obligatoriedad de que los equipos pasaran recluidos los 20 días previos al regreso de los partidos. Finalmente no será así. Pero tampoco puede descartarse una resolución híbrida, similar a la seguida en Alemania antes de la reanudación de la Bundesliga. Allí, todas las plantillas se concentraron en hoteles o en sus propias instalaciones el lunes previo a la vuelta de la competición.