donostia - Las aficiones de Real y Osasuna se reencuentran hoy casi tres años después del último partido oficial disputado entre ambos conjuntos. En febrero de 2017, los txuri-urdin sufrieron para superar en Anoeta (3-2) a los rojillos. En la primera vuelta, el cuadro de Eusebio Sacristán también había vencido en El Sadar (0-2), en la última comparecencia blanquiazul en Iruñea. La presencia de realzales entonces en la grada del estadio resultó muy posiblemente superior a la que se registre esta tarde. Y es que el recinto navarro ha iniciado un proceso de reforma que afecta a la zona que normalmente ocupa la hinchada visitante.

Osasuna solo ha podido enviar a la Real 215 entradas. Esta cifra, a la que cabe sumar a un buen número de aficionados txuri-urdin que han logrado localidades a cuenta individual, situará hoy en torno al medio millar de seguidores la presencia blanquiazul en el graderío. No era El Sadar un campo que viniera dándosele a la Real especialmente bien, pero el mencionado 0-2 acabó en 2016 con una mala racha. - N.G.