Un guiño en el Basque Culinary Center de Donostia. Jokin Altuna, vestido de rojo como campeón, y Darío Gómez se miraron de soslayo mientras salían a la palestra las bolas del sorteo del Manomanista. Un suspiro en la sala. Se rieron. El riojano se ve inmerso en su sexta participación en el mano a mano de Primera y este domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao vivirá su cuarto enfrentamiento contra el tricampeón de Amezketa. Se juegan el pase a las semifinales, donde el ganador se cruzará con Unai Laso.

En los tres choques anteriores salió vencedor el guipuzcoano. “Fuimos juntos a la presentación y comentamos que no podía tocarnos otra vez en contra y jugárnosla y mire dónde estamos. Es un partido bonito, pero uno se quedará fuera. Y espero que este año sea Jokin”, desgrana Darío, quien reflexiona que “él está acostumbrado a ganar y a mí me ha tocado perder otras veces, pero algún día tiene que salir la moneda por la otra cara”. 

Relación personal

Sin embargo, la relación entre ambos, quintos de 1996, no se circunscribe únicamente a los cruces profesionales. Altuna III y Darío emulan la trayectoria de dos ríos cuyos cauces transitan paralelos desde la más tierna infancia. Rivales desde chiquititos, amigos desde entonces. Esa sonrisa en el Basque Culinary Center, esos recuerdos de formación, esos viajes en el profesionalismo. La vida en un segundo, en un parpadeo. Todo queda aparcado cuando la pelota golpea el frontis.

“Tenemos muchos episodios tanto dentro como fuera de la cancha. Para mí siempre son partidos especiales”, desgrana el amezketarra, cuyo currículum está asfaltado por las baldosas amarillas de las txapelas, las finales y los partidos de talla importante. Decía Artola, otro de la generación y buen amigo del amezketarra, que uno no se puede comparar con Jokin, porque “peleas por una txapela o dos” y él busca un sitio en la historia. Quizás por ello, y dice mucho de Darío, cobran más valor las palabras de Altuna III.

Halagos de Altuna III

El campeón del Manomanista dice de su adversario que es “muy completo”. “Saca muchísimo, tiene mucho golpe y para mí es el que tiene mejor físico del cuadro. No sé si he conocido a un pelotari tan fuerte. Es una auténtica bestia”, desvela el amezketarra. “En los cuadros alegres, a la hora de terminar, si no marcas muy bien el remate, te llega tanto a la derecha como a la izquierda. Nos conocemos desde chiquitos, así que no me sorprende nada de él”, argumenta el guipuzcoano.

Jokin Altuna y Darío Gómez eligen material en el frontón Bizkaia de Bilbao para el duelo de cuartos de final del Manomanista. MARKEL FERNÁNDEZ

Jokin disecciona que “Darío, por la manera que se juega ahora a Parejas, hace unos años habría tenido más oportunidades arriba, pero eso no significa nada”. “Es un grandísimo pelotari y siempre lo ha demostrado. Si no me gana, no va a ser peor. Para mí, todos los años es un firme candidato al Manomanista”, remacha el guipuzcoano.

Recuerdos y la semana especial de Darío

Te puede interesar:

El primer recuerdo data de cuando tenían “8 o 9 años”. Desde entonces, “nuestros partidos siempre han sido muy difíciles”. “En aficionados también eran muy bonitos. Ahora, en profesionales, los que hemos jugado en contra mano a mano han sido complicado. Por suerte, los he podido ganar, pero siempre me ha puesto las cosas muy caras”, esgrime Altuna III. El pleno es amezketarra: 22-19 en Eibar en 2024 –cuartos de final–, 22-19 en Bilbao en 2022 –cuartos de final– y 22-15 en Eibar en 2020 –semifinal–. Los tres fueron de bellísima factura: duros, peloteados, de alternativas. Hablan sobre ello. “¿Recuerdas el de 2022?”, pregunta Altuna. Darío asiente. “Gané ese partido, pero me fastidié las manos para todo el campeonato”, resuelve Jokin, que acabó apeado en semifinales. 

“Para mí son semanas singulares, que se viven con cariño especial y en las que disfrutas del ambiente que se crea alrededor de los partidos. La gente trata de animarte y te dice una cosa u otra, unas veces para darte ánimos y otras recibes algo de cera, pero es algo muy bonito. A mí no me suele pasar mucho durante el año, así que estos días se viven de manera ilusionante”, describe por su parte el riojano.