- Miles de personas se manifestaron ayer en el último bastión opositor en el noroeste de Siria para recordar el décimo aniversario de la revolución contra el Gobierno de Bachar al Asad, que no se ha pronunciado públicamente en esta fecha que marca también la entrada del conflicto en su undécimo año.

Entre gritos de “Siria es para nosotros y no es para Bachar al Asad”, “Queremos Siria y que caiga Bachar al Asad” o “El pueblo quiere el derrocamiento del régimen”, un gran número de hombres, mujeres y niños ondearon banderas de la llamada Siria Libre en Idlib, capital de la provincia homónima.

Los participantes, segregados por sexos, también portaron pancartas en la que se podían leer lemas como “El sueño nació el 15 de marzo, diez años de martirios, sangre y destrucción es un precio que merece la libertad” o “No importa pasar hambre, sangrar o morir por el bien de nuestra dignidad y libertad”.

“He venido para renovar la pasión por la revolución siria y pedir la caída del régimen hasta el último suspiro que tenemos, deseamos que caiga el régimen y que cada uno volvamos a nuestro país”, indicó la manifestante Alaa Al Maary. Al Maary, oriunda de Idlib, donde predomina el Organismo de Liberación del Levante, del que forma parte la exfilial siria de Al Qaeda, y donde gobiernan grupos islamistas y opositores, llevaba consigo un letrero con las palabras “Diez años y aún confiamos en que es una revolución de verdad y la verdad es lo más elevado”.

En Damasco, el Ejecutivo sirio se mantuvo toda la jornada en silencio en relación al décimo aniversario de la revolución, aunque a última hora se acabó pronunciando a través de su representante ante Naciones Unidas, Bassam Sabbagh, quien no hizo referencia directa a la revuelta.

“Algunos países, encabezados por EEUU, Reino Unido y Francia, empezaron hace diez años una guerra hostil contra Siria para socavar sus opciones nacionales y para tener como objetivo a su Gobierno legítimo a través de medios terroristas”, denunció Sabbagh.

Por su parte, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora en el exilio, recordó esta fecha con una asamblea general en la provincia de Alepo, para debatir los últimos desarrollos, la situación de los refugiados y desplazados, o la “rendición de cuentas para los criminales de guerra del régimen”.

“Por segundo día continúan las reuniones de la asamblea general de la Coalición en la ciudad de Azaz y por segundo día continuamos con la participación de nuestro pueblo en las celebraciones del aniversario de nuestra gloriosa revolución”, dijo en su cuenta de Twitter el presidente del CNFROS, Nasr al Hariri.

También conmemoró el aniversario el Consejo Democrático Sirio, brazo político de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos que lucha contra el Estado Islámico y que ganó terreno en el noreste durante el conflicto.

La presidenta de su comité ejecutivo, Ilham Ahmed, afirmó que esta fecha supone “un punto de inflexión en la historia moderna de Siria” y destacó como hace diez años la población elevó valientemente su voz “por primera vez” contra “uno de los regímenes más autoritarios del mundo”.