Costes de mantenimiento: ¿Es más caro un coche de gasolina… o uno 100% eléctrico?
Por su concepción, un vehículo 100% eléctrico resulta menos complejo desde un punto de vista mecánico y eso, en teoría, debería implicar unos menores costes en todo lo que tiene que ver con el mantenimiento, pero… ¿en realidad es así? Lo comprobamos, de forma práctica, con estas comparativas.
Cualquier usuario que haya tenido coches de combustión, probablemente se sepa ‘de carrerilla’ (casi como la alineación de su equipo favorito de fútbol o baloncesto) todos los elementos mecánicos que, en un momento dado, van a necesitar de mantenimiento: aceite, filtro de aceite, bujías -si es gasolina-, distribución, inyectores, embrague, anticongelante…
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¿Cuál es actualmente la diferencia de precio entre vehículos eléctricos y de combustión?
Sin embargo, los tiempos cambian y en la última década han comenzado a proliferar los vehículos eléctricos… que no tienen ninguno de esos elementos aunque, a cambio, suman otros; principalmente, una gran batería que surta de electricidad al propulsor (o propulsores) para funcionar. Con todo, tanto los vehículos térmicos como los eléctricos siguen manteniendo numerosos elementos comunes: frenos, dirección, filtros, amortiguadores…
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La pregunta que hay que hacerse es si un eléctrico resulta más asequible en sus revisiones periódicas y, por lo tanto, si es un motivo añadido de compra frente a un gasolina… o si, por el contrario, las diferencias no llegan a ser determinantes.
Para comprobarlo, hemos recurrido a fuentes oficiales, en concreto, a las ‘calculadoras de mantenimiento’ con acceso público que ofrecen cuatro marcas tan conocidas como Cupra (la firma deportiva de Seat), Hyundai, Mazda y Lexus.
En los cuatro casos se han elegido modelos que resulten equiparables en cuanto a concepto y tamaño; incluso hay ocasiones, como con los Hyundai y Lexus, que ofrecen un mismo modelo (Kona y UX, respectivamente), pero con distintos tipos de propulsión (gasolina y eléctrico).
Para comparar datos, hemos tenido en cuenta lo que piden las marcas por las cuatro primeras revisiones; habitualmente en las tarifas ya está incluida la mano de obra (que suele ser lo más costoso y ronda los 100 euros la hora), pero siempre hay que consultar en el concesionario de la marca que interese por si existen promociones o si no está incluido el IVA.
En todo caso, como los modelos que se analizan por cada marca ofrecen datos ‘en igualdad de condiciones’, sirve para ver si existe esa diferencia en el precio cuando se trata de llevar a cabo tareas de mantenimiento. Por último, a la hora de introducir los datos y calcular los precios, siempre se ha solicitado el coste en un servicio oficial situado en Euskadi, concretamente en Vitoria-Gasteiz.
Cupra León TSI vs Cupra Born
En esta primera comparativa, hemos enfrentado a dos modelos de tamaño compacto y cierto enfoque deportivo, de los cuales, el León lleva un motor 1.5 turbo de gasolina con 150 CV, mientras que el Born es un eléctrico de 204 CV y propulsión trasera. Lo primero que sorprende es que los intervalos de mantenimiento son diferentes: una vez al año o cada 15.000 km en el León, y el doble (cada dos años o 30.000 km) en el Born.
El mantenimiento del eléctrico supone casi la mitad que el gasolina
También destaca que el eléctrico ‘pide’ siempre el mismo presupuesto para sus tres primeras revisiones. Sea como fuere, en el acumulado de los primeros seis años de uso una cosa queda bien clara: el mantenimiento del eléctrico supone casi la mitad que el gasolina o, dicho de otra forma, el León paga un 90% más.
Mazda CX-30 vs Mazda MX-30
Mazda es una marca ‘especial’ y un buen ejemplo son estos dos SUV de tamaño compacto, diseño original (sobre todo el MX-30, con su sistema de apertura de puertas en forma ‘de libro’) y un tacto de conducción deportivo. Más allá de compartir unas proporciones similares, son dos vehículos que no tienen nada que ver desde el punto de vista de la plataforma y, por supuesto, el motor.
Las cuatro primeras revisiones del eléctrico nos cuentan prácticamente la mitad
Mientras que el CX-30 recurre a un propulsor 2.0 atmosférico (es decir, sin turbo) y con 150 CV, en el MX-30 se opta por una mecánica eléctrica de 145 CV. En cuanto a los intervalos de mantenimiento, en ambos casos están poco ‘espaciados’: una vez al año o cada 10.000 km; si sumamos los precios, sucede algo similar a lo visto con los Cupra: las cuatro primeras revisiones del eléctrico nos cuentan prácticamente la mitad.
Hyundai Kona 1.0 T-GDI vs Hyundai Kona Electric
El Kona es lo que muchos fabricantes denominan como ‘modelo multi-energía’, en el sentido de que está disponible con varios tipos de propulsión. Así, la segunda generación (que es la que ahora está a la venta) se puede elegir en variantes de gasolina, híbrida ligera (equipada con un sistema de 48V), híbrida auto-recargable y completamente eléctrica. Incluso en su anterior generación llegó a contar con una variante de gasóleo.
¿Es mejor un híbrido... o un eléctrico?
El modelo de cero emisiones, aún casi con el doble de potencia, permite ahorrar prácticamente la mitad en el conjunto de los primeros cuatro mantenimientos
En cualquier caso, ese hecho permite ver en la mayor igualdad de condiciones posible, la diferencia que existe a la hora de mantener un mismo coche, según el tipo de propulsión que incluya. Y en ese escenario, pese a enfrentar a un gasolina de 115 CV (en concreto, un 1.0 turbo de tres cilindros) sin ningún tipo de electrificación con un eléctrico de 204 CV, el resultado es que el modelo de cero emisiones, aún casi con el doble de potencia, permite ahorrar prácticamente la mitad en el conjunto de los primeros cuatro mantenimientos (que están espaciados, en este caso, por intervalos de 15.000 km). La diferencia, incluso, es mayor si para la versión de gasolina elegimos la potente mecánica 1.6 con 197 CV y tracción a las cuatro ruedas.
Lexus UX250h vs Lexus UX300e
De nuevo tenemos la capacidad de comparar el mantenimiento de un mismo coche con dos sistemas de propulsión diferentes. Además, este caso es aún más relevante, porque el modelo de combustión cuenta, en realidad, con tecnología híbrida auto-recargable (que es algo en lo que esta marca japonesa, propiedad de Toyota, tiene mucha experiencia).
Se trata de coches que, además, ofrecen una potencia similar: 204 CV el modelo eléctrico por 184 CV el de combustión (resultado de combinar un motor 2.0 gasolina con otro eléctrico secundario que puede impulsar al modelo a baja velocidad).
El UX300e sale un 50% más asequible de mantener durante las primeras cuatro revisiones analizadas
La conclusión es que, de nuevo, el coche eléctrico es más barato: en concreto, el UX300e sale un 50% más asequible de mantener durante las primeras cuatro revisiones analizadas, siendo los intervalos iguales para ambos coches (revisiones anuales o cada 15.000 km). Las mayores diferencias, como se puede apreciar en las tablas, vienen en la segunda y cuarta revisiones.
En conclusión…
La realidad es que no hace falta decir mucho más y los números hablan por sí solos: Los eléctricos tienen un coste de mantenimiento promedio claramente más asequible que el de los modelos de combustión… simplemente porque cuentan con un menor número de piezas y componentes que se puedan desgastar.
Los vehículos eléctricos más baratos del mercado
Quizá ese menor coste, en los vehículos de más alta gama, no sea un factor decisorio para el comprador de ese tipo de modelos… pero en el caso de los coches en los que se ha centrado la investigación, que son de gama media, ese ahorro sí que puede animar a un comprador a fijarse en las alternativas eléctricas.
Por otro lado, según recogía recientemente el portal ‘The Car Expert’ y tras analizar nada menos que 600 modelos, el coste de mantener un eléctrico frente a un modelo de combustión transcurridos cinco años llegaba a los 1.950 euros: una cifra para tener muy en cuenta.