Siete asociaciones vinculadas al surf y la ecología, entre ellas la Fundación Surfrider Europe y el movimiento Fridays for Future, se han agrupado y formado el colectivo Antondegi Berdea-Olatuak Itsasoan para oponerse al proyecto de parque de olas artificiales en la zona de Antondegi, de Donostia.

Además de la entidad fundada por surfistas europeos para proteger los océanos y del movimiento internacional contra el cambio climático, forman parte del nuevo colectivo el grupo ecologista Eguzki, las asociaciones conservacionistas Haritzalde y Parkea Bizirik, el grupo ornitológico Itsas Enara y la plataforma Bizilagunekin.

Según han informado este miércoles en un comunicado conjunto las siete organizaciones agrupadas, el nuevo colectivo cuenta con "el apoyo" de Greenpeace, Surf and Nature Alliance y SEO-Birdlife, y trabaja para sumar nuevas adhesiones a su causa.

Antondegi Bedea-Olatuak Itsasoan (Antondegi Verde-Las Olas en el Mar) considera "muy preocupante" el proyecto que la empresa Wavegarden tiene de construir una instalación de olas artificiales en dicha zona del barrio donostiarra de Martutene, para lo que el Ayuntamiento tramita una modificación del planeamiento urbano vigente.

Asegura que la infraestructura afectaría al monte Antondegi, "uno de los últimos bastiones naturales de Donostia" y situado a "tan sólo 4 kilómetros de la costa, donde puede practicarse surf de manera natural y verdaderamente sostenible".

Denuncian que supondría "artificializar un espacio verde" de 9 hectáreas y tendría "un impacto medioambiental significativo" pues degradaría "el hábitat de numerosas especies de aves y mamíferos".

El nuevo colectivo defiende la paralización de ese proyecto y la conservación de Antondegi como "espacio natural" y recuerda que una instalación "similar" ya fue planteada "recientemente" en la localidad de Donibane Loitzune pero "finalmente se paralizó".

Estima además que el parque de olas "fomentaría el elitismo" y distorsionaría "los valores de la cultura del surf".

El proyecto resulta "incompatible" con la actual emergencia climática, denuncia el colectivo, que pone en cuestión su "necesidad" a la vista de la cercanía de la costa y de que la misma empresa ya dispone de una instalación de olas artificiales en la localidad de Aizarnazabal.