La Diputación de Gipuzkoa ha aprobado el proyecto para construir una pasarela en la carretera GI-636 a la altura de Gaintxurizketa entre Lezo y Errenteria para solucionar los problemas de seguridad a los que se enfrentan los peatones a la hora de cruzar esta transitada carretera. El presupuesto para la ejecución del paso asciende a 412.127,34 euros y supondrá cuatro meses de obras.
La portavoz foral, Irune Berasaluze, ha hecho este anuncio en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, donde se ha aprobado el citado proyecto de construcción. "Es una respuesta temporal para garantizar la seguridad de las personas usuarias más vulnerables de la GI-636, especialmente en este tramo donde en los últimos dos años se han producido tres accidentes mortales, mientras se trabaja en el proyecto de la solución definitiva". Berasaluze se refería así a los atropellos mortales como el ocurrido este agosto, cuando una furgoneta se llevó por delante a una mujer de 60 años que falleció. No obstante, en poco más de los cinco kilómetros de esta vía que Lezo con Errenteria se han sucedido en los últimos años varios accidentes fatales, con siete fallecidos en los dos últimos años.
Paso peligroso
Por esta razón, los vecinos del barrio de Perrene de Lezo, pero también los trabajadores de las empresas de la zona que sufren la peligrosidad de esta carretera, que tienen que cruzar si quieres ir a la estación de Topo o a la parada de autobuses, han protagonizado diversas concentraciones exigiendo una solución. "En el mejor de los casos podemos esperar 20 minutos a que un coche nos deje pasar y en el peor no pasamos”, se quejaba en una de estas protestas una vecina de la zona.
Una solución que empieza a materializarse -aunque los trabajos no comenzarán hasta que finalice el proceso de licitación- con esta pasarela provisional que permitirá a los vecinos esquivar a los coches hasta que se lleve a cabo la opción definitiva.
Reducción de la velocidad
Según ha explicado Berasaluze, el proyecto contempla una pasarela construida con una estructura de andamios y "la habilitación de un itinerario seguro para peatones". "Para ello, se suprimirá un carril para vehículos lentos en un tramo de 300 metros, sin afectar a la capacidad de la vía, y se instalarán barreras de hormigón como elementos de protección. Asimismo, se reforzará la señalización y se reducirá la velocidad máxima a 70 km/h", ha explicado.
La solución definitiva, no obstante, todavía es está diseñando conjuntamente entre la Diputación de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Lezo y Euskal Trenbide Sarea (ETS). Un proyecto cuya ejecución estará ligada a los futuros presupuestos del Ejecutivo foral.