Gipuzkoa era el único territorio en el que no se había aprobado aún la reforma fiscal y el pleno celebrado hoy ha allanado el camino para conseguir la armonización fiscal en el conjunto de la CAV tras obtener el apoyo suficiente. Los 26 votos a favor emitidos por el PNV, PSE y Elkarrekin Gipuzkoa, autores del texto presentado hoy a votación, han superado a los 25 en contra de EH Bildu y del PP, con lo que las haciendas forales de los tres territorios de Euskadi se guiarán por un documento común.
Antes de iniciarse el debate entre los grupos parlamentarios de Gipuzkoa, la diputada de Hacienda y Finanzas, Itziar Agirre, ha intervenido para defender una reforma fiscal que, según ha incidido, “está pensada para las personas”. En su explicación ha considerado que es beneficiosa para los colectivos más vulnerables, para avanzar en conciliación y apuntalar la transición energética, entre otros puntos. Su objetivo, ha resumido, es “impulsar a nuestra sociedad y apoyarla para hacer frente a sus retos”. La diputada ha recordado que esta reforma beneficiará a 300.000 guipuzcoanos que representan el 80% de la población general.
Beneficios
Entre las medidas que recoge se encuentran las deducciones para compra y alquiler de pisos, medidas pensadas para nuevos modelos familiares que igualan el tratamiento fiscal de las monoparentales a las tradicionales, e iniciativas que promueven la discriminación positiva de la mujer en el ámbito económico, con apoyos al emprendimiento femenino y la promoción de la empleabilidad de las mujeres a través del Impuesto de Sociedades.
Según ha indicado la diputada de Hacienda y Finanzas, la nueva norma toma medidas para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, por ejemplo, con deducciones en el pago de los cuidadores contratados, tanto en el caso de menores como de discapacitados. En el ámbito puramente económico, el documento contempla medidas para el tejido productivo, desde microempresas y autónomos, con mejoras en el porcentaje de gastos deducibles, que pueden suponer 18 millones, como para las empresas en general, para las que se recogen medidas en materia de transición energética y descarbonización.
Debate de los grupos junteros
Las intervenciones de los grupos junteros posteriores han respondido, en líneas generales, a las posturas conocidas con anterioridad sobre este documento, rechazado por el PP y EH Bildu y refrendado por PNV, PSE y Elkarrekin Gipuzkoa. El portavoz del grupo jeltzale, Ianko Ganboa, ha asegurado que esta reforma responde a retos importantes como el acceso a la vivienda, la generación de empleo de calidad, la inversión, los cuidados a menores y personas con edades avanzadas, además de contemplar una mayor aportación de las rentas más altas. Ganboa ha subrayado que las medidas recogidas responden al informe de conclusiones de la ponencia sobre la reforma fiscal desarrollada en Gipuzkoa.
Jesús Zaballos, representante del grupo juntero del PSE, ha enfatizado que esta reforma fiscal “es buena para los guipuzcoanos” porque, según ha manifestado, favorece la cohesión social en el territorio. Entre las ventajas que ha destacado se encuentra en el campo social su lucha contra el envejecimiento y la caída de la natalidad, la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres y el acceso a la vivienda o su contribución a disminuir el paro juvenil. Desde un punto de vista económico, ha considerado que este acuerdo, que “prima el interés general de Gipuzkoa sobre el partidista” en referencia a EH Bildu, fomentará una “economía fuerte y competitiva”.
Efecto de crisis sucesivas
El tercer partido político que apoya esta reforma es Elkarrekin Gipuzkoa, tras un acuerdo alcanzado no sin polémica con jeltzales y socialistas a nivel de la CAV, cuya portavoz, Miren Echeveste, ha asegurado que el documento “responde a la situación que vivimos y a sus retos”. En su opinión, la sociedad no ha tenido tiempo para adaptarse a los cambios provocados por las “sucesivas” crisis económicas, lo que ha agrandado la brecha social ante lo que “hemos negociado una reforma fiscal que sirva de balón de oxígeno a la sociedad vasca”. Echeveste ha remarcado entre otras medidas el acceso a la vivienda, el apoyo a autónomos y pymes y micropymes, el fomento de la conciliación familiar y la mayor contribución de las rentas más altas a la financiación de servicios públicos. En un tono crítico, ha recordado que muchas de las propuestas recogidas en la reforma fiscal han sido apoyadas con anterioridad por todos los partidos políticos, por lo que algunos de ellos que ahora no la apoyan “tendrán que explicar por qué lo hacen”.
En este grupo se encuentra EH Bildu cuyo representante Haritz Pérez ha defendido el voto en contra de este grupo juntero en Gipuzkoa porque, según ha asegurado, el texto final se ha alejado del objetivo fijado hace dos años de crear una ponencia para avanzar en una reforma “progresiva, justa, garante de los servicios públicos y más equitativa”. Pérez ha asegurado que las enmiendas presentadas por EH Bildu se encontraban en sintonía con esta misión para que, por ejemplo, las rentas “que mensualmente ganan el salario mínimo de un año” contribuyan en mayor medida al sostenimiento del sistema público. Tras criticar que mientras este grupo presentaba las enmiendas, el texto final ya estaba decidido, ha denunciado que Euskadi es “una anomalía” en Europa.