El presidente del comité de empresa de Astilleros Balenciaga, David Tejera, ha dado “la bienvenida” a la decisión de Cofides que realizar una quita parcial de la deuda, lo que abre una vía de solución a esta empresa de Zumaia en concurso de acreedores, pero ha considerado que este “pasito hacia adelante” debe ser tomado con cautela porque todavía “quedan cosas por cerrar”, en declaraciones realizadas a este diario.
El comité de empresa ha mantenido esta mañana una reunión con la administradora concursal de Astilleros Balenciaga en la que ha confirmado la decisión del ente público del Gobierno central que gestiona fondos para ayudar a las empresas de realizar una quita de la deuda de los 15 millones a los 8,5 millones de euros, imprescindible para que el próximo 31 de marzo no se procediera a aplicar un ERE de extinción de los 71 contratos actuales.
Esperanza con prudencia
“Hasta entonces no sabíamos nada”, ha admitido Tejera, quien ha señalado que este movimiento ha causado “esperanza” entre los trabajadores, dado que significa “agilizar los trabajos” para encontrar un inversor dispuesto a reflotar el astillero guipuzcoano. En este sentido, en una reciente comparecencia en Juntas Generales de Gipuzkoa la juntera socialista María Jesús Egido ya advirtió de que esta semana se darían a conocer “buenas noticias” y aseguró que existen dos inversores “muy interesados” en el proyecto.
Tejera ha pedido a este respecto un esfuerzo común al Ministerio de Economía, al Gobierno Vasco y a la Diputación de Gipuzkoa para apoyar los proyectos que puedan llegar y facilitar al inversor final la reanudación de la actividad, toda vez que en la actualidad quedan dos barcos por entregar por valor de 17 millones de euros. Ha reiterado que, si bien la decisión de Cofides representa un motivo de “esperanza”, los trabajadores todavía se encuentran en una situación de incertidumbre por no conocer en detalle el acuerdo que, según ha recordado, todavía no está firmado.
Proceso irregular
“La cautela está ahí porque antes ya hemos tenido altos y bajos”, ha señalado, en referencia a que, tras entrar Astilleros Balenciaga en concurso de acreedores en noviembre del año pasado, la empresa y los adeudados acordaron un plan de viabilidad que obtuvo el visto bueno de un juzgado de Donostia, con lo que parecía que la situación se revertía, y poco más tarde llegó el anuncio de Cofides que rechazaba este plan de reestructuración, lo que abrió un plazo para intentar buscar una salida que finalizaba el 31 de marzo, cuando de no conseguirlo se procedería a aplicar un ERE de extinción de los 71 contratos de los que consta la plantilla.
“La fecha todavía sigue ahí”, insiste David Tejera, quien añade que a partir de ahora el comité de empresa valorará las diferentes informaciones que vayan llegando para adoptar las medidas que considere oportunas.