Una representación de los trabajadores de Astilleros Balenciaga de Zumaia, en concurso de acreedores, ha comparecido en las Juntas Generales de Gipuzkoa donde han abogado por incrementar la presión a Cofides para que reconsidere su decisión de no avalar en plan de viabilidad acordado por los acreedores y avalado por un juzgado de Donostia para evitar el cierre que, si no revierte la situación, se producirá el 31 de marzo. La desaparición de esta empresa, advierten, debilitará la industria de Urola Kosta y, por extensión, la de Gipuzkoa.

Papel de Cofides

Los trabajadores sitúan “la espada de Damocles” en el organismo dependiente del Ministerio de Economía puesto que, en su opinión, si Cofides mantiene su rechazo al plan de reestructuración será difícil que un inversor garantice la continuidad del astillero. No obstante, también consideran indispensable que prosiga la búsqueda de inversores y realizan un llamamiento al Gobierno Vasco para que encuentre vías de financiación que reflote la empresa. La necesidad de ayudas económicas es real, admiten, pero inciden en que deben otorgarse bajo control para poder evaluar su efectividad.

Trabajadores de Astilleros Balenciaga asisten a la comparecencia de sus compañeros en Juntas Ruben Plaza

Durante su comparecencia en el Parlamento guipuzcoano, los representantes de los trabajadores de Astilleros Balenciaga han dado cuenta de la información de la que disponen sobre el proceso de conversaciones iniciado para evitar el cierre de esta empresa de Zumaia en un concurso de acreedores que se cerrará el próximo 31 de marzo, con el inicio de un ERE de extinción de los 71 contratos actuales aunque la afección si se tiene en cuenta los indirectos supera los 600 empleos, según han constatado. Han añadido que, además, la plantilla del astillero guipuzcoano está especializada en un nicho muy concreto, por lo que su recolocación se complica.

Sector complicado

En la actualidad, la deuda de Astilleros Balenciaga asciende a alrededor de 28 millones de euros, de los que 12 millones corresponden a Cofides y el sector de la industria naval al que pertenece esta empresa complica la situación, con una fuerte competencia de China, Corea o Estados Unidos frente a una debilidad de Europa que dificulta encontrar a un inversor. No obstante, a los trabajadores les consta que existen varios interesados, aunque han indicado que desconocen el grado de disponibilidad a entrar en la empresa.

La representante del grupo juntero del PSE, María Jesús Egido, ha señalado en su intervención que son dos los inversores y que están “muy interesados”. “En breve se va a dar una solución”, ha añadido, para asegurar que el Ministerio de Economía está trabajando en garantizar la viabilidad del astillero pero que resulta necesario que el resto de instituciones también lo hagan. El mismo mensaje han lanzado el resto de grupos junteros, que consideran que el trabajo en común dificultará que Cofides se mantenga en su decisión de rechazar el plan de reestructuración. Han coincidido en destacar la importancia de que no se llegue a la liquidación, porque de lo contrario las condiciones de reflotar la empresa variarían a la baja.