Astilleros Balenciaga, el fabricante naval centenario de Zumaia, ha logrado evitar declarar un concurso de acreedores con la presentación de un plan de reestructuración homologado el pasado lunes por el Juzgado de lo Mercantil N.º 1 de Donostia, que aprecia mimbres para asegurar la viabilidad de la compañía a corto y medio plazo.

El plan aprobado por la mayoría de los accionistas y ahora refrendado por vía judicial contempla una reestructuración de la deuda y medidas encaminadas a reducir los costes, vender barcos y alcanzar nuevas contrataciones que le permitan recuperar sus altos niveles de actividad y hacer frente así a sus problemas derivados de una significativa caída de la demanda europea y la irrupción de la competencia china.

Contexto

Esta situación ha afectado a todos los astilleros vascos, pero Balenciaga ha sido el más perjudicado con un parón en la formalización de contratos que le obligó a aplicar un ERTE en su fábrica de Zumaia.

El juzgado donostiarra califica en su escrito la situación del astillero guipuzcoano de “insolvencia inminente”, ante lo que la dirección inició en febrero de este año las negociaciones para elaborar un plan de reestructuración.

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Botadura del barco 'Edda Goelo' en Zumaia Fermín Pérez-Nievas

Prórroga

Tres meses después, la empresa guipuzcoana solicitó una prórroga de otros tres meses, que los juzgados concedieron al contemplarse esta posibilidad dentro de la nueva Ley Concursal promulgada a raíz de la paralización de la actividad económica provocada por la pandemia de coronavirus. De este modo, la dirección pudo continuar las conversaciones con sus acreedores, entre los que figuran entidades bancarias como BBVA y Bankinter y la sociedad de garantía recíproca vasca Elkargi.

El plan de reestructuración final que ha obtenido el visto bueno de buena parte de sus accionistas (tiene más de un centenar) sienta las bases para reforzar su actividad que se vería respaldada con la entrada de un nuevo inversor para inyectar la solidez financiera para hacer frente a nuevos contratos.

Perte Naval

Uno de los impulsos que recibirá el astillero guipuzcoano para consolidar su actividad es la participación en el Perte Naval de la mano de Pymar, la asociación que engloba a astilleros privados estatales en la que, además de Balenciaga, se integran Zamakona y Murueta.

Pymar junto con el astillero público Navantia fue adjudicataria de 58,7 millones de euros del Perte que distribuirá entre sus asociados para que realicen proyectos innovadores que abarcan los ámbitos de la digitalización, la mejora de la sostenibilidad y la diversificación de los procesos y productos del sector.

La última botadura de Astilleros Balenciaga tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando puso en aguas de Zumaia el barco Edda Goelo que forma parte de un proyecto impulsado por Edda Wind, Iberdrola y Siemens Gamesa para un parque eólico marino offshore situado en la Bretaña francesa.

Este buque está destinado a albergar al personal técnico que tiene que realizar labores de mantenimiento y atención en el parque eólico galo