La Hacienda de Gipuzkoa ha ingresado en la campaña de la renta correspondiente a 2022 un total de 373,9 millones de euros frente a los 334,2 millones que ha devuelto. Este saldo positivo de 39,6 millones supera ampliamente los 4,1 millones que se recaudaron durante la campaña anterior resultado, según ha afirmado hoy, de una situación económica fuerte que ha sabido afrontar los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania sobre la inflación y los tipos de interés.

El diputado de Hacienda y Finanzas, Jokin Perona, ha ofrecido hoy los resultados de la campaña del IRPF recién finalizada en la que se han presentado 401.749 declaraciones, “la cifra más alta de la última década” tal y como ha subrayado la directora foral de Hacienda, Irune Yarza. La responsable foral ha señalado que el número de declaraciones a devolver ha aumentado mientras que las que han tenido como resultado ingresar han descendido, a pesar de lo cual el saldo final ha sido positivo para las arcas forales.

El Impuesto sobre el Patrimonio ha recaudado 69,7 millones, más de un millón por encima del año anterior

Los 35,5 millones más que han recibido con respecto a la campaña anterior serán gestionados “con eficacia” y en respuesta a las necesidades que se puedan ocasionar en el presente ejercicio, ha afirmado Perona, quien se ha mostrado satisfecho con los resultados al ser el cuarto año consecutivo con un saldo positivo para la Diputación de Gipuzkoa. También el Impuesto sobre el Patrimonio ha aportado a las arcas forales, en concreto 69,7 millones de euros, lo que representa incrementar 1,1 millones el resultado del año anterior.

El diputado de Hacienda y Finanzas se ha mostrado confiado en que, aunque persiste un clima de incertidumbre económica que requiere prudencia, “las personas físicas y las empresas serán capaces de afrontar los retos” que puedan generarse a lo largo del año.

REFORMA FISCAL

Perona también ha confirmado que durante el presente ejercicio comenzarán los trabajos para abordar la reforma fiscal de Euskadi, una vez constituidos los nuevos gobiernos forales tras las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo encabezados por la coalición PNV-PSE. En Gipuzkoay Álava, sin embargo, esta alianza no tiene la mayoría absoluta, por lo que sería necesario contar con el apoyo de algún partido de la oposición para llegar a un acuerdo.